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Catholicism in the United States has representatives at the pinnacle of power: President Joe Biden; Nancy Pelosi, Speaker of the House; and John Roberts, Chief Justice of the Supreme Court. But there is a strong internal division between two sectors.    Depositphoto
El catolicismo en Estados Unidos tiene representantes en la cúspide del poder: El presidente Joe Biden; Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara, y John Roberts, presidente del Tribunal Supremo. Pero existe una fuerte división interna entre dos sectores.. …

Una Iglesia en el poder, pero dividida | OP-ED

La visita de Biden al Vaticano encontró a los 68 millones de católicos estadounidenses divididos.

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Hace unos días, el presidente Joe Biden se reunió con el papa Francisco de manera privada durante 78 minutos en la biblioteca de la Santa Sede.

El hecho cobró un gran interés, pues, por un lado, se trata de apenas el segundo presidente estadounidense católico en la historia y, por el otro, su visita se dio en medio de una fuerte ruptura al interior del catolicismo americano.

Esos son los hechos recientes, pero el trasfondo de esta historia lo conoce Massimo Faggioli mejor que nadie. Escritor, historiador y teólogo, es la voz más calificada para hablar del catolicismo en Estados Unidos, por lo que su libro Joe Biden and Catholicism in the United States, publicado este año, resulta perfecto para poner en contexto lo que sucede.

Faggioli desentraña la relación iglesia católica-democracia americana en su historia y en su actualidad. Así, cuenta que EE. UU. nació como un proyecto religioso protestante rechazado y que rechazaba el “papismo” romano.

De hecho, la hegemonía y el poder blanco protestante anglosajón marginó al catolicismo francés y español, que ocupaba el territorio, incluso, antes de la llegaba de los peregrinos. El rechazo luego se transformó en violencia contra los inmigrantes católicos, a quienes veían como una amenaza convertida en votos poco beneficiosos para sus intereses.

La Conferencia Episcopal de EE. UU. pidió negarle la comunión a Biden por su apoyo al aborto

Esta sospecha a los católicos sólo disminuiría en el periodo entre la Segunda Guerra Mundial y el Concilio Vaticano II, ya muy entrado el siglo XX. Pero, como señala Faggioli, la desconfianza era de doble vía, porque la iglesia católica siempre miró con recelo el proyecto democrático estadounidense, y sólo fue gracias a la presión de los católicos europeos que llegaron al país luego de 1930, que el catolicismo empezó a reconocer la importancia moral de la democracia y de las libertades civiles americanas. Todo en un marco liberal, flagrantemente anticomunista.

El libro aclara que en la actualidad el reto ya no es abrirse campo en esta sociedad. Es más, América vive un momento particularmente católico, con piezas claves en altos poderes del Estado. El presidente Joe Biden, la presidenta de la Cámara, Nancy Pelosi; el presidente de la Corte Suprema, John Roberts…

Este gran “momento” católico contrasta con la escisión abismal entre católicos neoliberales y neoconservadores en temas como el medio ambiente, la raza, la inmigración, la moral sexual y el aborto.

¿Podrá el liberal Biden construir este puente al interior de la iglesia católica estadounidense? Parece difícil.