[OP-ED]: Trump y Zuma: ¿Dos caras de una misma moneda?
Si bien el presidente Donald Trump, y su homólogo de Sudáfrica, Jacob Zuma no son precisamente dos gotas de agua, ambos comparten algunas similitudes…
El multimillonario Trump y el activista anti-apartheid Zuma (alguna vez encarcelado) comparten personalidades egocéntricas, administraciones rodeadas por el escándalo, bases de apoyo sólidas pero menguantes y una creciente demanda por su remoción del cargo.
“Ustedes los americanos han escogido a un lunático. Y ustedes sabían que estaba loco cuando votaron por él —le dijo recientemente un taxista de Johannesburgo a un estadounidense—. Ahora tienen a Zuma II”.
Trump y Zuma encendieron sus respectivas tormentas de fuego este año al despedir a funcionarios claves de gobierno.
La despedida que hiciera Trump contra el director del FBI, James Comey, intensificó el interés del Congreso en las supuestas conexiones entre agentes rusos y su campaña electoral.
El hecho de que Zuma despidiera a su director de Finanzas resultó en la devaluación de la moneda sudafricana y una orden judicial que lo obligaba a explicar el cambio en el gabinete.
Trump y Zuma fustigan a los medios, buscando ambos la manera de neutralizar los reportajes probatorios que frecuentemente exponen malas conductas por parte de sus administraciones.
Cuando Trump ha amenazado con acorralar los medios que califica como “enemigos del pueblo”, Zuma ha aumentado los intentos de censura, particularmente contra una entidad de trasmisión nacional financiada por el Estado en Sudáfrica.
Trump y Zuma han involucrado a sus hijas en posiciones de rango gubernamental a pesar del hecho de que ninguna de ellas posee experiencia acorde con sus cargos.
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Las similitudes entre Trump y Zuma también incluyen su llegada a las respectivas presidencias después de revelaciones de supuestas malas conductas sexuales que ocurrieron durante el mismo año.
Zuma ganó las elecciones en el 2007, meses después de su absolución de cargos sobre abuso sexual contra la hija de un amigo de la familia en el 2005. Una corte aceptó el argumento de que el acto fue consensuado durante un juicio en el que el hoy mandatario reconoció haber tenido relaciones sexuales con una mujer VIH positivo. Zuma aseguró que redujo el riesgo de contraer SIDA al tomar una ducha después del encuentro sexual.
Trump ganó las elecciones en el 2016, semanas después de que un vídeo en el que hacía insinuaciones sexuales que denigraban a las mujeres se hizo público.
Tanto Trump como Zuma poseen historial de derrochar dinero fiscal en sus lujosos estilos de vida.
Zuma ha desafiado órdenes de un fiscal especial y cortes de reponer los 13.7 millones de dólares que utilizó para mejorar su residencia privada.
Trump, de acuerdo a las previsiones de varios medios de comunicación, en solo 100 días de presidencia le ha costado a los contribuyentes unos 20 millones de dólares por cada estadía en su opulenta residencia de Florida.
Trump criticó a Barack Obama por jugar un par de veces al golf durante sus dos períodos presidenciales. Sin embargo, él ha dedicado 21 de sus primeros 82 días en cursos de golf.
Un profesor de la prestigiosa Universidad de Witwatersrand, en Johannesburgo, calificó a ambos mandatarios como “dos caras de la misma moneda” – el proverbial “Céntimo perjudicial”.
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