Los miembros de la Cámara de Representantes regresaron de las vacaciones de verano el lunes 23 de agosto y la votación de la resolución presupuestaria de 3,5 billones de dólares será una de sus principales prioridades. 

Los demócratas del Senado aprobaron la resolución el 11 de agosto y fue un paso vital para asegurar un sólido paquete económico que incluye la ampliación de las redes de seguridad social y una vía de acceso a la ciudadanía para millones de inmigrantes indocumentados.

La sección sobre inmigración se aplicaría a los DREAMers, a los titulares del Estatus de Protección Temporal, a los trabajadores agrícolas y a otros trabajadores esenciales. También abarcaría a la mayoría de los 11 millones de personas que se calcula que viven en Estados Unidos sin estatus legal.  

Si la resolución se aprueba en ambas cámaras, los demócratas podrán utilizar el proceso de reconciliación presupuestaria que les permitirá aprobar su plan de gastos en una línea de partido, sin un solo miembro del GOP, necesitando sólo una mayoría simple.    

Nueve demócratas centristas de la Cámara de Representantes están dispuestos a votar en contra del plan presupuestario si su cámara no envía primero el proyecto de ley de infraestructuras de un billón de dólares a la mesa del presidente Joe Biden. 

Ese proyecto de ley recibió un apoyo abrumadoramente bipartidista con una votación de 69-30 celebrada el día anterior a la aprobación de la resolución presupuestaria. 

En la Cámara Baja, los demócratas tienen el control por un estrecho margen de ocho escaños, mientras que los republicanos cuentan con 212 miembros frente a los 220 suyos. Actualmente hay tres escaños vacantes.

Esto significa que el grupo de nueve representantes podría echar por tierra la propuesta de gasto y los defensores de la inmigración ven el proceso de reconciliación como el último vehículo que pueden utilizar para aprobar una reforma integral. 

Destacados activistas de los derechos de los inmigrantes del área de Filadelfia se reunieron en el Ayuntamiento el lunes 23 de agosto para instar a esos miembros del Congreso a reconsiderar su postura y pedir a los representantes demócratas de la delegación de Pensilvania que reafirmen su apoyo al plan presupuestario. 

Los grupos presentes en el acto fueron Make the Road PA, la Oficina de Asuntos de los Inmigrantes de Filadelfia, el Woori Center y la Pennsylvania Citizenship and Imigration Coalition.  

El senador estatal Nikil Saval, hijo de inmigrantes indios que ganó su escaño en 2019, se unió a los activistas y explicó por qué apoyaba que la inmigración se incluyera en la resolución presupuestaria.  

"No creo que la reforma de la inmigración sea solo lo correcto por la historia de mi propia familia. También sé que es una parte crítica de la recuperación económica de nuestro estado y del país. Crear un camino hacia un futuro seguro para tantos de nuestros vecinos y compañeros de trabajo debe formar parte del plan para estabilizar nuestra economía", dijo. 

Según el Centro de Investigación Económica y Política, uno de cada seis trabajadores de primera línea en la nación son inmigrantes.  

El Center for American Progress estima que 202.500 beneficiarios de la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) sirvieron como trabajadores de primera línea durante el apogeo de la pandemia el año pasado. Esto es aproximadamente una cuarta parte de todas las personas que están actualmente en el programa. 

En agosto del año pasado, Pennsylvania tenía alrededor de 170.000 inmigrantes indocumentados viviendo en el estado, según el American Immigration Council.