La estatua de Cristóbal Colón permaneció cubierta por una estructura de madera durante las celebraciones del Columbus Day en Filadelfia.

El monumento ubicado en la Plaza Marconi permanece así desde el verano de 2020, cuando, durante las protestas por el asesinato de George Floyd, se enfrentaron partidarios defensores de la estatua -con armas y bates- y personas que intentaban vandalizarla.

Y aunque el alcalde Jim Kenney ha intentado remover definitivamente la estatua desde hace más de un año, pues representa un problema de “seguridad pública”, no le ha sido permitido.

Lo que sí logró a principios del año fue acabar con el Columbus Day en Filadelfia. Por orden ejecutiva, a partir de este año pasó a llamarse ‘Día de los pueblos indígenas’. La decisión es solo una de muchas que pretenden revisar lo que representa Colón en tiempos de revisionismo histórico.

En una investigación del The Washington Post y MIT se encontró que 40 monumentos de Colón fueron removidos entre 2020 y 2021. Según el informe, quedan en pie 130.

En Estados Unidos, más de 60 ciudades y condados le rinden tributo. Existen unas 6.000 referencias al genovés por todo el país, y después de Lincoln y Washington es el personaje más rememorado.

Por orden ejecutiva, a partir de este año pasó a llamarse Día de los pueblos indígenas en Filadelfia. 

En realidad, Colón cobró importancia cientos de años después del “descubrimiento”, cuando los patriotas buscaban una figura que amalgamara al nuevo país. Con que no fuera británico bastaba. Pronto el país se llenó de referencias.

La figura de Colón en Estados Unidos serviría después a los italoamericanos y católicos que eran vistos como inferiores a los europeos del norte, pues así como veían a Colón como un héroe y un símbolo de identidad americana, los nuevos Italianos también podían encajar.

El problema es que para las comunidades estos símbolos representan violencia, racismo y genocidio. El mismo Colón fue acusado de tiranía -casi exterminó a los indios taínos- y fue destituido como gobernador de La Española.

Este episodio nos pone de nuevo en la disyuntiva sobre qué historia acoger, la de un genio en cartografía que actuaba de acuerdo con un sistema de creencias y valores diferentes a los actuales, o un bárbaro con una responsabilidad personal, porque hasta para su época se le fue la mano. 

Y qué tal si entendemos las dos caras de la moneda y actuamos con respeto, algo que 429 años después no hemos logrado conseguir.