Después de que la oposición venezolana hubiese convocado a un paro nacional de 48 horas, como retaliación a la inminente Asamblea Constituyente convocada por Nicolás Maduro para el día 30 de julio, miles de venezolanos han caído en desesperación, haciendo compras de último momento, intentando conseguir algunos insumos básicos, por miedo al desenlace que pueda traer la medida.

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Según reportó el diario La Nación, la coalición opositora de Venezuela, Mesa de la Unidad Democrática (MUD) ha convocado a una semana de protestas agudizadas, incluyendo la denominada Toma de Caracas, para el día viernes, “donde se busca repetir la manifestación del 1 de septiembre del año pasado, cuando más de un millón de personas marcharon en la capital”.

Las llamadas “compras nerviosas”, en las que los ciudadanos han intentado por todas las vías posibles conseguir algún tipo de alimento – como si de un llamado a guerra se tratara – fueron impulsadas no sólo por los diputados opositores, sino también por la embajada de Estados Unidos, “que aconsejó a sus ciudadanos que se abastecieran de agua y comida durante 72 horas”.

Pero el país caribeño sufre de una fuerte crisis humanitaria, con un desabastecimiento del 90% de los productos de primera necesidad, incluyendo alimentos y medicamentos, por lo que muchos ciudadanos han decidido cruzar la frontera con Colombia durante las últimas 48 horas. Según las autoridades migratorias colombianas, unas 50.000 personas han cruzado la frontera durante los últimos días, por lo que el país vecino ha impuesto nuevos controles fronterizos en los puentes internacionales Francisco de Paula Santander y Simón Bolívar en la frontera con Cúcuta.

Según reportó el diario El Tiempo, “por las calles de Cúcuta aumentan los grupos de personas deambulando con maletas y equipajes improvisados. Los supermercados de la ciudad se han visto atiborrados por quienes tratan de abastecerse de alimentos”.

Por su parte, el director de la oficina de Migración Colombia, Christian Krüger, aseguró que las autoridades tienen listo un “plan de contingencia” para varios escenarios, “incluso un éxodo masivo desde el país vecino”, según reportó el Huffington Post.

Migración Colombia, ha creado una Tarjeta de Movilidad Fronteriza, para facilitar los movimientos de los que viven en la zona fronteriza, que cuenta con unos 2.200 kilómetros. Según el reporte, “las autoridades sostienen que la crisis venezolana es un problema de la región, no sólo de Colombia”, considerando que alrededor de 2.000 venezolanos han cruzado la frontera con la intención de seguir su viaje hacia Ecuador, Perú y Chile.

A la tensión que vive el pueblo venezolano, se le suma la suspensión de las labores de transporte anunciada por la aerolínea Avianca, quien informó a través de un comunicado que dejará de operar las rutas Bogotá-Caracas-Bogotá y Lima-Caracas-Lima, a partir del miércoles 16 de agosto, según la cuenta oficial de la aerolínea en Twitter.  

La posibilidad de que la Asamblea Constituyente de Maduro destruya lo que queda de democracia en el país caribeño, es el más probable de los escenarios. Con una crisis social y económica que ha derivado en enfrentamientos en las calles entre la población civil y la Guardia Nacional Bolivariana, y el desconocimiento total de la Asamblea Nacional por parte del gobierno – que ha decidido incluso apresar a los nuevos magistrados del Tribunal Supremo de Justicia, designados por el organismo – los pocos venezolanos que habían decidido quedarse en el país, han tomado sus pocas pertenencias y han comenzado a huir masivamente.