Mientras que la ciudadanía ejerce presión en las calles protestando, el gobierno Maduro aprieta el cepo. Enorme preocupación por lo que pueda pasar mañana viernes.

En las calles de Venezuela, el ambiente está cargado de tensión. Mientras el régimen de Nicolás Maduro se prepara para una nueva toma de posesión presidencial, las voces de la oposición claman justicia, acusando fraude en las pasadas elecciones y denunciando el autoritarismo que ha mantenido al país en crisis durante más de una década.

Liderada por María Corina Machado, la oposición venezolana organizó ayer una serie de protestas en todo el país. Machado, quien había estado en la clandestinidad desde agosto, reapareció desafiando el riesgo de arresto. De hecho, diferentes medios información su detención, pero la política reapareció libre pocas horas después. Con una bandera venezolana en mano, subió al escenario improvisado de una manifestación en Caracas, animando a los presentes con las arengas "¡No tenemos miedo!" y "Venezuela es libre". Muchos ciudadanos sienten miedo debido a las represalias y a la posibilidad de nuevos episodios de violencia.

Mientras miles de opositores llenaban las calles exigiendo la transición del poder hacia Edmundo González Urrutia, considerado por muchos como el verdadero ganador de las elecciones, los seguidores de Maduro realizaban una contramanifestación en el centro de Caracas. Estos enfrentamientos de ideales avivan los temores de que el país reviva la violencia postelectoral de julio pasado, que dejó 28 muertos, cientos de heridos y miles de arrestos.

El régimen de Maduro nunca presentó las actas que confirmaran su victoria, lo que generó un fuerte rechazo internacional. Gobiernos como el de Estados Unidos y varios países latinoamericanos han reconocido a González Urrutia como el presidente legítimo de Venezuela. Sin embargo, Maduro cuenta con el respaldo de aliados históricos como Rusia, Cuba y ahora Colombia, así como de instituciones clave dentro del país, incluidas las fuerzas armadas y el consejo electoral.

La atmósfera represiva se ha intensificado. Activistas y figuras de la oposición han sido detenidos, y panfletos con la palabra "Se busca" y la imagen de opositores, como el expresidente colombiano Andrés Pastrana, circulan como advertencia. Pastrana, sin embargo, se mantiene firme en su apoyo a González Urrutia y asegura que lo acompañará en su día de posesión este viernes.

El pueblo venezolano enfrenta un dilema entre la desesperanza y la resistencia. En medio de la crisis, González Urrutia ha pedido unidad internacional para aislar a Maduro y restaurar la democracia. Sin embargo, el camino hacia una transición pacífica parece más incierto que nunca.

Con información de AFP y medios internacionales.