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Imagen de archivo: Mancos en Denver (Colorado). Fuente: http://hiddenwoodsmedia.com/
Imagen de archivo: Mancos en Denver (Colorado). Fuente: http://hiddenwoodsmedia.com/

Una inmigrante transforma su "santuario" y su comunidad

La inesperada llegada de Rosa Sabido a una iglesia metodista de una pequeña localidad rural de Colorado, para buscar "santuario" ha transformado su vida y…

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"Todo pasó un poco por coincidencia o quizá arreglado por alguien allá arriba en algún lugar", dijo a Efe Sabido, de 53 años y originaria de la Ciudad de México, quien reside en Estados Unidos desde 1987 y en 2001 empezó a tramitar su permanencia legal.

Sabido afirma que lo que le ha ocurrido con la gente de Mancos, una localidad de 1.300 personas a unas 400 millas (650 km) de Denver, le ha dado una misión: la de impulsar entre los estadounidenses un movimiento de ayuda a los inmigrantes.

"Durante mucho tiempo estuve esperando consejos y ahora yo aliento a la comunidad en Mancos. Mi vida ahora tiene un propósito, un llamado. Estoy aquí, en santuario, no por un problema de inmigración sino con un mensaje y es del ayudar a catapultar este movimiento de ayuda que aquí comenzó", agregó.

"Los hispanos somos la excusa para que la mucha gente de Estados Unidos que nos quiere, que son mucho más que aquellos que no nos quieren, puedan ayudar porque, cuando nos conocen y conocen nuestras historias, empatizan con nosotros", opinó.

En mayo pasado las autoridades federales de inmigración no le renovaron a Sabido el permiso de estadía en el país y ordenaron la deportación.

Ante esa situación se contactó con el pastor Craig Paschal, cuya congregación votó en enero pasado a favor de convertir la Iglesia Metodista Unida de Mancos en santuario para inmigrantes y el 2 de junio entró en su nuevo hogar, sintiéndose "desesperada, pero con ganas de luchar".

La congregación remodeló la sala de niños del pequeño edificio para que sirviese de dormitorio de la inmigrante.

Además, no solamente la congregación sino también los vecinos del lugar se turnan para proveer comida y otras necesidades básicas. Y cada noche una persona distinta duerme en la iglesia para asegurarse que Sabido nunca esté allí sola.

"Todo lo que hacen siempre lo hacen desde la pureza de sus corazones y sentimientos", comentó Sabido.

Para el pastor Paschal, estar en una ciudad pequeña significa "valorar las relaciones y a los vecinos".

"No somos extraños. Nos conocemos unos a los otros cercanamente. Rosa es parte de nuestra comunidad. Es una vecina. Ella bendice a nuestra comunidad de muchas maneras", expresó el religioso.

Y una de esas bendiciones, dijo, es haber logrado que "casi toda la comunidad se movilice a favor de Rosa".

"Ciertamente, no es que toda la ciudad está de acuerdo con que nosotros hayamos provisto santuario, pero el respaldo recibido y el amor demostrado por tanta gente alegra y eleva los corazones", comentó Paschal.

A pesar de que ahora, casi un mes y medio después de su llegada a la iglesia, Sabido ya puede "dormir tranquila toda la noche", la situación, dijo, "sigue siendo muy difícil".

Su padre, ciudadano estadounidense naturalizado, y su madre, residente legal, viven en Cortez, 20 minutos al oeste de Mancos. Para ellos, explicó, resultó difícil aceptar su situación.

Ella ya no puede trabajar de secretaria en una Iglesia católica de Cortez ni asistir a misa, ni vender tamales en los mercados de granjeros, pero la principal dificultad es "no saber cuánto tiempo" va a estar en el templo metodista.

Otros tres inmigrantes que estuvieron en santuario en iglesias en Colorado, el mexicano Arturo Hernández García, la peruana Ingrid Encalada Latorre y la mexicana Jeanette Vizguerra, pasaron meses refugiados.

Mientras espera una resolución positiva de su caso (algo complicado, debido a una entrada no autorizada al país y a un arresto inmigratorio), Sabido alienta a otros a "perder el miedo".

"Ya no estamos solos", asegura.

La experiencia de 40 días en la iglesia de Mancos le ha revelado que "somos parte de una nueva realidad del mundo, de una humanidad en la que somos aceptados y respetados como miembros de la comunidad".