Nunca pensamos que escoger 5 aseveraciones entre todos los errores factuales del presidente Donald Trump durante su discurso el pasado martes en Nashville sería tan difícil.

Trump viajó este martes a Tennessee para apoyar la candidatura de la representante Marsha Blackburn, pero su discurso se transformó nuevamente en un mitin político a favor de su administración.

Durante más de una hora de retórica que imitaba su campaña para la presidencia, el magnate dio rienda suelta a su imaginación y volvió a transformar los hechos frente a una audiencia ávida por una realidad paralela.

Estas son las 5 mentiras más peligrosas que dijo el presidente:

Para quienes no recuerden al personaje, Scott DesJarlais se transformó en el representante del Distrito 4 en Tennessee en el 2010 y fue electo nuevamente para el puesto a pesar de que los documentos de su divorcio en el 2001 se hicieron públicos, demostrando que el antiguo doctor había “mantenido relaciones sexuales con sus pacientes, con trabajadores del centro médico y con una representante de una industria farmacológica”, según reportaba entonces el Washington Post.

Si bien la infidelidad nunca ha detenido a nadie en política estadounidense, los documentos también demostraron que DesJarlais, quien hizo su campaña en posturas anti-abortistas, “pidió a su ex esposa que se sometiera a dos abortos”, recomendando también a alguna de sus pacientes que siguiera el mismo procedimiento.

Asimismo, y durante la campaña del 2010, el entonces candidato “abrió fuego en la puerta del dormitorio de su mujer” en un ataque de cólera.

Medios como POLITICO le calificaron de “el mayor hipócrita en el Congreso”, en especial después de que el congresista asegurara que “Dios me ha perdonado”.

A pesar de sus promesas – un muro fronterizo, encarcelar a Hillary Clinton, entre otras – el único y verdadero logro con el que puede contar la Administración Trump a estas alturas ha sido la aprobación de su reforma fiscal, y eso sin contar las dificultades y las consecuencias de haberlo conseguido.

Si bien el presidente suele confundir el firmar leyes con logros concretos, sus constantes aseveraciones de haber firmado más legislaciones que nadie – “Incluso rompimos el récord de Harry Truman”, dijo el pasado mes de diciembre – no tienen nada que ver con logros puntuales para la sociedad estadounidense.

Según Politifact, “los cálculos de govtrack.us determinan que Trump, de hecho, se encuentra de último en la lista de presidentes con más legislaciones firmadas después de la Segunda Guerra Mundial”.

El presidente hacía referencia al criticismo de la líder de la minoría demócrata cuando se opuso a que catalogara a los inmigrantes de animales.

Durante un evento el 22 de mayo, Trump dijo que “el otro día Nancy Pelosi salió a favor de la MS-13. Es la primera vez que escucho algo así. Ella quiere que sean tratados con respeto, tal como quieren otros Demócratas”, y desde entonces, el presidente ha perpetuado la confusión entre el exigir que no se deshumanice al inmigrante y el apoyo o respeto a pandillas criminales.

Si bien pareciera llover sobre mojado al intentar explicar este tipo de aseveraciones, no es menos importante recordar que la retórica presidencial insiste en magnificar realidades paralelas.

El presidente mexicano Enrique Peña Nieto ha dejado claro que México “NUNCA pagará por el muro. Ni ahora, ni nunca”.

La inconsistencia de estas aseveraciones ha sido tal, que gran parte del debate político en la actual carrera por la presidencia en México ha hecho de Trump el Goliat que todos los candidatos prometen derrumbar.

No, la reforma fiscal no ha sido la más grande en la historia del país, pero su campaña por lograrlo y el alarde presidencial durante los últimos meses sí que lo ha sido.

Según explicó NBC News, “ya sea por dólares ajustados a la inflación o como porcentaje del PIB, la legislación fiscal que Trump promulgó el año pasado está muy por debajo de otras leyes impositivas, incluidas las de Reagan o incluso Obama.”