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WASHINGTON, DC - 09 de octubre: el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, escucha una pregunta de un periodista en un evento para la firma de dos órdenes ejecutivas destinadas a una mayor transparencia gubernamental en la Casa Blanca el 9 de octubre de 2019 en Washington, DC. Trump respondió preguntas sobre la investigación de juicio político pendiente y la ofensiva turca en el norte de Siria tras la firma de las órdenes ejecutivas. (Foto de Win McNamee/Getty Images)
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Si algo alimenta el patriotismo estadounidense ha sido su tradición de estar siempre del “lado correcto” de los conflictos mundiales.

Desde la Segunda Guerra Mundial – y a pesar de sus cuestionables políticas extranjeras –, el Congreso de Estados Unidos siempre ha estado más o menos de acuerdo en cuáles guerras librar.

Todo esto parece haber sido tirado por la borda cuando Donald Trump anunció impulsivamente la retirada de las tropas y el apoyo estadounidense de la frontera norte de Siria, en lo que muchos han catalogado como una traición sin precedentes a un bando aliado.

“Lo que está sucediendo aquí es una verdadera metedura de pata”, dijo a CNN un soldado de las Fuerzas Especiales de Estados Unidos en Siria. “Queremos apoyarlos (a los Kurdos), no queremos dejarles en esta situación”.

Este sentimiento ha escalado a tal punto, que pareciera empezar a opacar cualquier criticismo o especulación en cuanto al juicio político llevado a cabo por Demócratas en el Congreso contra el presidente.

El problema en cuanto a Siria es que no es sólo un bando el que se opone a los impulsos de la Casa Blanca.

Según explicó Politico, los republicanos ahora enfrentan el peor de los escenarios políticos debido al comportamiento de Trump, que parece ir empeorando a medida que se acercan las elecciones del 2020.

La retirada de Trump de Siria “ha enojado más a los Republicanos que cualquier acción que haya tomado desde que asumió el cargo en enero de 2017”, agrega el medio.

Y para muestra un botón:

El Senador Lindsey Graham de Carolina del Sur, uno de los defensores más violentos del presidente en cualquiera de sus frentes, anunció el día lunes en Twitter su colaboración con la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, para redactar una decisión bipartidista en el Congreso contra la “incursión de Turquía en Siria”.

“Trabajaré a través de las líneas partidarias de manera bicameral para redactar sanciones y actuar rápidamente”, agregó, asegurando que el espíritu de ambos partidos es el de “mostrar apoyo a los aliados kurdos” ante el posible resurgimiento de ISIS.

Graham se unió de esta manera a la iniciativa del senador demócrata de Maryland Chris Van Hollen de imponer sanciones severas contra Turquía, una propuesta que aún no tiene agendado un voto en el suelo del Senado.

Siria ha sido así la manzana de la discordia entre el presidente y su partido, quien había advertido previamente su desacuerdo con las intenciones de Trump de retirar las tropas del país árabe.

Según recuerda The Hill, el Senado bloqueó la primera intentona de retirada del presidente en diciembre en una votación de 68-23 a prueba de veto.

Esta vez las cosas parecen haber ido muy lejos.

Durante los últimos días, 130.000 personas han debido huir de la franja fronteriza entre Siria y Turquía, donde el ejército de Ankara ha ejecutado violentamente a combatientes kurdos, en lo que las Naciones Unidas han llamado “posibles crímenes de guerra”.

La oficina de derechos humanos de la ONU aseguró haber “documentado víctimas civiles causadas por ataques aéreos, terrestres y disparos de francotiradores cada día desde que comenzó la ofensiva turca”, reportó la Associated Press.

La decisión de Donald Trump no sólo dio luz verde a una invasión largamente ansiada por el presidente turco Recep Tayyip Erdogan, sino que orquestó un caos irremediable.

Combatientes del Estado Islámico han logrado escapar, el presidente sirio Bashar Al Assad retomó el poder de todo el territorio, y la reorganización geopolítica de la región se inclina ahora a favor de Russia y Arabia Saudita, quienes finalmente serán los verdaderos vencedores del conflicto.