Lo único que Ken Paxton conmemoró este pasado fin de semana del Día de los Caídos fue su futura carrera política. 

El fiscal general de Texas fue suspendido bipartidista -y temporalmente- de su cargo el sábado 27 de mayo, tras una votación mayoritaria de 121-23 en la que más de la mitad de sus colegas republicanos -60- de la Cámara de Texas votaron a favor de su destitución. 

A pesar de las objeciones de varios republicanos prominentes, incluido el expresidente Donald Trump, el representante Andrew Murr, republicano de la Cámara durante cinco mandatos, que dirigió la investigación sobre Paxton, expuso en el pleno de la Cámara los 20 artículos del juicio político que finalmente fueron aprobados por los legisladores. 

Las varias acusaciones contra el ex senador y representante estatal que se remontan a casi una década, incluyeron mala conducta en el cargo y abuso de poder, como soborno, un romance, no revelar las finanzas, dirigir a los empleados a cometer violaciones para obtener ganancias, y más. 

El lunes, Día de los Caídos, último día de la sesión legislativa ordinaria, la Cámara de Representantes fijó el calendario que se inició con la constitución de una Junta de Administradores de mayoría republicana encargada del juicio de Paxton, cuyo inicio está previsto para el próximo 28 de agosto a más tardar, y que posteriormente entregó los artículos de acusación al Senado de Texas. 

Murr, el presidente de la junta de administradores, está acompañado por la vicepresidenta y representante de Houston Ann Johnson. Ambos ocuparon los mismos cargos en el Comité de Investigación General de la Cámara de Representantes de Texas, que investigó a Paxton y recomendó su destitución. 

Murr comparó la solución de la destitución con la utilizada en 1975 tras la destitución del juez de distrito del estado, O.P. Carrillo, el último funcionario destituido en Texas. 

La resolución, dijo Murr, "autoriza el empleo de una junta de gestores para que puedan proceder a la presentación del juicio en el Senado."

Los otros gestores incluyen Reps. Charlie Geren (R-Fort Worth); Joe Moody (D-El Paso); Terry Canales (D-Edinburg); Jeff Leach (R-Plano); Oscar Longoria (D-Mission); Morgan Meyer (R-University Park); Briscoe Cain (R-Deer Park); Cody Vasut (R-Angleton); David Spiller (R-Jacksboro); y Erin Gámez (D-Brownsville). 

Más tarde esa noche, el Senado aprobó por unanimidad una resolución de la Cámara que establece los próximos pasos, así como nombró a un comité de siete miembros que preparará recomendaciones sobre las normas de procedimiento para el juicio y luego presentarlos al pleno del Senado el 20 de junio. 

El panel del Senado estará presidido por el senador Brian Birdwell (R-Granbury), y vice presidido por el senador Juan 'Chuy' Hinojosa (D-McAllen), con Sens. Brandon Creighton (R-Conroe); Pete Flores (R-Pleasanton); Joan Huffman (R-Houston); Phil King (R-Weatherford); y Royce West (D-Dallas), completando el grupo. 

Actualmente hay 31 senadores en el Senado estatal que podrían acabar actuando como jurados en el juicio de destitución de Paxton - uno de ellos es su esposa, la senadora republicana Angela Paxton, que potencialmente tendría que escuchar la logística relativa a uno de los artículos en los que su marido supuestamente aceptó un soborno de su donante político Nate Paul por el empleo de una mujer "con la que Paxton tenía una relación extramatrimonial". Paxton utilizó entonces supuestamente su cargo para ayudar a Paul.

Si la senadora Paxton decide ser uno de los miembros del jurado y los 12 senadores demócratas votan a favor de la destitución permanente de su marido, nueve de los 19 republicanos tendrían que votar a favor de la destitución para alcanzar la mayoría de dos tercios necesaria para destituir a la controvertida figura. La senadora declinó hacer comentarios a los periodistas cuando se le abordó en el Capitolio de Austin.

Años de enfrentamientos entre partidos

Teniendo en cuenta que el Partido Republicano históricamente ha protegido a los suyos la mayoría de las veces, la decisión de seguir adelante con los artículos de impugnación contra Paxton y más de la mitad de los legisladores estatales de su propio partido que votaron abrumadoramente en su contra, reveló la división subyacente y las fracturas que han existido entre él y el Partido Republicano de Texas durante años. Como en el escenario nacional, es una batalla entre las dos versiones del GOP: la tradicional y la liderada por el expresidente Donald Trump. 

Los republicanos han gobernado Texas durante décadas y han estado al frente de polémicas medidas para restringir el aborto y la inmigración. Pero su fracaso en varias promesas legislativas este año mostró algunas de las grietas dentro del partido. 

El Memorial Day fue el último día de la sesión legislativa de 140 días que tuvo un gran comienzo con un superávit de 33.000 millones de dólares tras unas victoriosas elecciones de mitad de mandato el pasado noviembre, y terminó con una nota agria después de que los legisladores del Partido Republicano se pelearan extensamente por las promesas de recortar los impuestos sobre la propiedad y proporcionar vales a los estudiantes de las escuelas públicas, sin que al final ocurriera nada. 

Ambas eran prioridades para el gobernador Greg Abbott, que convocó una sesión especial inmediata el lunes por la noche, horas después de que la Cámara hubiera terminado la sesión legislativa ordinaria del año. 

Paxton -que sería el tercer funcionario en funciones en ser destituido en los más de 200 años de historia de Texas- emitió un comunicado rápidamente tras conocerse la noticia de la destitución el sábado. 

"Estoy más que agradecido de contar con el apoyo de millones de tejanos que reconocen que lo que acabamos de presenciar es ilegal, poco ético y profundamente injusto", decía el comunicado. "Espero una rápida resolución en el Senado de Texas, donde tengo plena confianza en que el proceso será justo y equitativo".