¡Año nuevo, vida nueva! El dicho, que hace parte del estribillo de una de esas canciones decembrinas más populares en varios países de Latinoamérica, aplica también para Filadelfia.

Durante la mañana de este martes, 2 de enero, y como es costumbre, se llevó a cabo una multitudinaria ceremonia de toma de juramento de los oficiales de entes fiscales y judiciales junto con jueces de las diferentes cortes del Distrito.

Entre los jueces de las cortes de Common Pleas y Municipal, brillaron con luz propia la nueva contralora de Filadelfia, Rebecca Rhynhart, y el nuevo Fiscal Distrital, Larry Krasner; quienes tomaron posesión de sus cargos luego de convertirse en las sorpresas de las pasadas elecciones primarias y generales de 2017.

En su discurso, Krasner afirmó que esta fue “la toma de juramento de un movimiento”, que lo llevó a ganar de manera sorpresiva y contundente las elecciones primarias y generales del año pasado, y que demanda un giro progresista en el sistema judicial.

Durante su discurso de posesión, Krasner reafirmó su compromiso de adelantar reformas al interior del aparato judicial de Filadelfia y iniciar un cambio de enfoque en lo que a investigación y persecución de penas se refiere.

Por su parte, la otra estrella de la jornada fue Rebecca Rhynhart, quien se convirtió en la primera mujer en ocupar el cargo de Contralora en una oficina que permaneció mucho tiempo –tres periodos–  bajo el mando de Alan Butkovitz.

Rhynhart, que también hace parte de esa ola renovadora al interior del Partido Demócrata, señaló que “Filadelfia están cambiando y que la gente le está exigiendo lo mismo a su gobierno”. 

La desde hoy contralora afirmó que dentro de su misión, llevará a cabo tareas para vigilar que el dinero de los filadelfianos no se malgaste y observar muy de cerca la manera como  diferentes agencias gubernamentales invierten el dinero de los impuestos en el ámbito local. 

Con la ceremonia de hoy, las expectativas son inmensas sobre este par de funcionarios que llegaron a sus cargos impulsados por aires de renovación frente a las viejas prácticas politiqueras y corruptas de las que han sido presa tanto la Fiscalía como la Contraloría en el pasado.