La pandemia del coronavirus se ha transformado en uno de los episodios más importantes en la historia reciente del mundo, no sólo por su terrible costo humanitario sino también por su efectividad a la hora de demostrar los fallos más profundos en los sistemas de gobierno.

Mientras países como Nueva Zelanda, Alemania y Dinamarca conseguían controlar la curva de casos siguiendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud y coordinando con especialistas en el tema, la situación estadounidense se ha transformado en el máximo exponente del proselitismo político, en ambos bandos.

Pero para la izquierda progresista, el asunto ha sido como un golpe en seco contra el muro de la realidad.

La Representante Alexandria Ocasio-Cortéz (AOC), por ejemplo, ha sido una de las voces más críticas contra las estrategias puestas en marcha por el Congreso para alivianar la situación sanitaria y económica que enfrentan los estadounidenses.

Al argumentar su oposición al paquete de fondos federales para combatir la pandemia, AOC ha resaltado cómo la desigualdad económica ha sido la sentencia de muerte para muchos en el país, en especial en su distrito.

"Casi 20.000 personas en mi distrito han dado positivo para un virus mortal", dijo Ocasio-Cortez en un comunicado el viernes. "Miles de mis electores están sin trabajo. Construimos hospitales de campaña temporales en parques públicos. Así es como se ve un desastre. FEMA debe comenzar a difundir inmediatamente la ayuda a los individuos heridos por el Covid-19."

Para la joven representante ya no se trata de tribalismo político o de mantener sólidas las bases de un partido en mitad de campaña presidencial, sino de resolver las primeras necesidades de los ciudadanos.

Con más de 63.000 muertes y más de un millón de casos en el país, AOC introdujo un proyecto de ley en la Cámara de Representantes que permita a la agencia federal de socorro ante desastres el proporcionar asistencia durante la pandemia.

“En una emergencia, la ayuda no sólo consiste en conseguir recursos, sino también en sacarlos a tiempo sin obstáculos innecesarios”, dijo la congresista.

La propuesta permitiría a la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA) asistir de manera financiera y logística a estados como Nueva York, cuyo distrito del Bronx representa AOC, a lidiar con el proceso de recuperación.

Según reportó Common Dreams, el plan requeriría aprobación del gobernador y, eventualmente, del presidente, y permitiría a los ciudadanos afectados solicitar Asistencia de Desempleo por Desastres (DUA) y al Programa de Asistencia de Nutrición Suplementaria por Desastres (D-SNAP).

De igual manera, y en medio del inicio de su campaña por la reelección, la representante anunció una nueva recaudación de fondos para los trabajadores en primera línea de la pandemia, que incluye el suministro de equipo personal de protección (PPE), así como también apoyo económico a familias indocumentadas, y otras poblaciones en riesgo, según reportó el Bronx Times.

Ante las aterradoras cifras de contagio y muerte por coronavirus en su distrito –conformado especialmente por familias inmigrantes y de color– la congresista no teme llamar las cosas por su nombre:

"En última instancia, la desigualdad es la condición preexistente", dijo el miércoles pasado en The View. "No puedes ir a alguien y decirle: 'Oye. Deberías haber tenido atención médica todo este tiempo cuando trabajas por hora y tu empleador no te la da'".

Finalmente, agregó que, a diferencia de un desastre natural, una pandemia no ocurre en el vacío y tiene un impacto generalizado en todas las comunidades, no sólo en un bolsillo geográfico.

"Cuando una pandemia como esta golpea o incluso cualquier desastre natural como un huracán, como lo que vimos en el huracán Katrina o el huracán María, no ocurren en el vacío", dijo Ocasio-Cortez. "Ocurren cuando las comunidades están desproporcionadamente ubicadas en la línea del frente. Aquí en la ciudad de Nueva York, cerca del 55% de nuestros trabajadores de primera línea, incluyendo trabajadores de tiendas de comestibles, repartidores y más, son negros y marrones".

"Es trágico, pero tampoco es sorprendente que afecte más a los vulnerables", dijo.