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El presidente Donald Trump soltó una broma racista durante una ceremonia de homenaje a veteranos nativo-americanos de la Segunda Guerra Mundial el pasado lunes 27 de noviembre de 2017 en la Casa Blanca. Foto: EPA-EFE/Oliver Contreras / POOL
El presidente Donald Trump soltó una broma racista durante una ceremonia de homenaje a veteranos nativo-americanos de la Segunda Guerra Mundial el pasado lunes 27 de noviembre de 2017 en la Casa Blanca. Foto: EPA-EFE/Oliver Contreras / POOL

Una (otra) broma de mal gusto

El presidente Trump llamó "Pocahontas" a la senadora demócrata Elizabeth Warren frente a veteranos Navajo de la Segunda Guerra Mundial.

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En su tónica racista habitual, Donald Trump volvió a pasarse de la raya.

El lunes, el presidente de Estados Unidos soltó una broma de mal gusto durante la ceremonia en honor a los veteranos Navajo en la Casa Blanca, llamando “Pocahontas” a la senadora demócrata Elizabeth Warren.

En su discurso frente a los veteranos de la minoría india que lucharon en la Segunda Guerra Mundial, Trump dijo: “ustedes estaban aquí mucho antes que nosotros. Aunque en el Congreso tenemos a una delegada que asegura haber llegado hace mucho tiempo. La llaman Pocahontas”.

 Al oír la broma racista del Presidente Trump en referencia a Warren, la audiencia permaneció en silencio, asegura The Guardian.

Elizabeth Warren ha dicho en diversas ocasiones que sus antecesores eran de la etnia Cherokee, lo que ha motivado al presidente a llamarla Pocahontas, la hija de un conocido líder indio del siglo XVII en Virigina que dio origen a la famosa película de Disney.

Poco después de la ceremonia en la Casa Blanca, Warren declaró que le parecía muy desafortunado que el presidente de EE.UU ni siquiera en un homenaje a los héroes de guerra pudiera reprimir sus comentarios racistas.

La secretaria de prensa Sarah Sanders salió en defensa de Trump, alegando que “lo más ofensivo de todo es que la senadora Warren mienta sobre su pasado para avanzar en su carrera política”.

Para hacer la burla racista más redonda, Trump se dirigió a los veteranos Navajo en una sala en la que se veía un retrato de Andew Jackson, presidente de EEUU entre 1829 y 1837, conocido por haber forzado el desalojo de miles de indios. De hecho, Jackson ha sido llamado “el asesino de Indios”, lo que pone en el centro del debate qué mensaje quería dar la Casa Blanca al celebrar el homenaje a los veteranos nativo-americanos junto a su retrato.

“Nos hemos dado cuenta”, dijo Jaqueline Peta, directora ejecutiva del Congreso Nacional de Indios Americanos, según reportó The Washington Post. “Andrew Jackson no fue necesariamente un presidente respetuoso con los gobiernos tribales y los nativo-americanos. Estamos en una era bastante deprimente en lo que se refiere a las relaciones entre nativo-americanos y el gobierno federal”.

La Casa Blanca se negó a responder a las preguntas de la prensa con respecto al cuadro de Jackson.

Los ataques a Warren sobre su origen indio empezaron mucho antes de la campaña presidencial de 2016. Todo se remonta a su campaña para senadora en 2012, cuando se hizo público que la candidata demócrata se había clasificado a ella misma como trabajadora perteneciente a una “minoría” cuando trabajaba para la facultad de derecho de UPenn y Harvard.

Warren insiste en que sus ancestros pertenecían a la etnia Cherokee, pero algunos la critican por querer aprovecharse de esta condición para avanzar en su carrera profesional.