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Jóvenes participantes del movimiento "Climate strike", creado la activista sueca de 15 años Greta Thunberg, posan durante la cumbre del clima (COP24) de Katowice (Polonia), el 14 de diciembre de 2018. EFE/ Andrzej Grygiel
Jóvenes participantes del movimiento "Climate strike", creado la activista sueca de 15 años Greta Thunberg, posan durante la cumbre del clima (COP24) de Katowice (Polonia), el 14 de diciembre de 2018. EFE/ Andrzej Grygiel

Sobre el Cambio Climático: muchas palabras y pocos hechos

Alrededor de 200 países se reunieron durante las últimas dos semanas para llegar a un acuerdo en cuanto al cambio climático. Entre apretones de mano y…

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El debate en torno al Cambio Climático en el siglo XXI se ha vuelto, paradójicamente, cada vez más medieval.

Como si volviéramos a poner el duda la existencia de la gravedad o el hecho de que la tierra es redonda, un puñado de países – incluyendo Estados Unidos – insisten en desechar la objetividad científica en cuanto a la crisis del calentamiento global, sólo por proteger los primitivos modelos económicos en los que se sustentan sus naciones.

Ante el anuncio de que Donald Trump retiraría a Estados Unidos del Acuerdo Climático de París, las Naciones Unidas han hecho insistencia en cerrar flancos y asegurar que el resto del mundo está a bordo en la campaña por reducir las emisiones de dióxido de carbono.

Para ello, la 24va Conferencia de las Partes (COP24) de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático organizó una jornada de dos semanas para “pulir los detalles del acuerdo climático de París”, reforzando el compromiso de los países en “limitar el calentamiento global a 2 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales en el 210’ como máximo”, explicó Vox.

Sin embargo, nuevos descubrimientos científicos han determinado que estas medidas no son suficientes y que debe hacerse algo al respecto de manera casi inmediata si queremos evitar un descontrol natural que pondría la vida humana en peligro.

El Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), conformado por los principales científicos del clima del mundo, “advirtió hace dos meses que permitir que el calentamiento llegue a 1.5º C por encima de los niveles preindustriales tendría graves consecuencias, incluida la muerte de los arrecifes de coral y la devastación de muchas especies”, explicó The Guardian.

Para lograr controlarlo, la humanidad tendrá tan sólo una década antes de que inundaciones masivas e incendios incontrolables pongan en peligro las poblaciones y afecten irremediablemente la producción agrícola.

Mientras muchos países han acordado en que la infraestructura, la explotación del carbón y la dependencia generalizada en el petróleo son factores fundamentales en el cambio climático, países como Estados Unidos, Rusia, Arabia Saudita y Kuwait se han unido en oposición a los descubrimientos del IPCC, emitiendo una declaración conjunta que se tradujo en “una débil recomendación de la sincronización del informe de los científicos”, continúa el medio.

Particularmente el presidente Trump ha armado una campaña contra la ciencia detrás del cambio climático, adoptando medidas gubernamentales para eliminar las restricciones impuestas por la Administración Obama y dar luz verde a la explotación del carbón y la intervención de parques naturales.

Su decisión ha sido crítica para los ambientalistas quienes temen que la decisión del gobierno de uno de los países que más gases de efecto invernadero emite inspire a otros gobiernos a seguirle los pasos.

Según explica el Washington Post, si bien el acuerdo de Polonia “anima a los países” a mejorar sus esfuerzos de lucha contra el cambio climático, “no obliga a los países a alcanzar sus objetivos”.

El funcionario medioambiental de Polonia, Michal Kurtyka, dijo el día sábado que este tipo de pactos está motivado “por nuestro sentido de humanidad y compromiso con el bienestar de la tierra que nos sostiene y las generaciones que nos reemplazarán”.

De esta manera, el nuevo gobierno de Brasil, por ejemplo, ha anunciado que tiene sus dudas con respecto a las bases científicas del cambio climático y ha retirado su oferta de ser la sede para la próxima conferencia el año que viene.

El 2020 será el próximo año clave para demostrar que realmente se ha conseguido algo con tantas discusiones, así como también será el año en el que el retiro de Estados Unidos del Acuerdo de París se hará efectivo.

Todo esto podría cambiar si Donald Trump no resulta reelecto para el cargo, y un nuevo presidente decide volver a cooperar por el bien del planeta entero.