Este sábado, miles de migrantes, en su mayoría procedentes de Haití, El Salvador, Honduras y Guatemala, partieron en una nueva caravana desde el sur de México hacia la Ciudad de México con el fin de solicitar asilo.

 

Los migrantes que buscan llegar a la capital mexicana pretenden regular su situación migratoria y conseguir un estatus legal como refugiados. 

La región norte del continente Americano vive una ola migratoria sin precedentes desde el inicio del año con un flujo histórico de 147.000 indocumentados detectados en México de enero a agosto, el triple de 2020, y un récord de 212.000 migrantes detenidos solo en julio por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de Estados Unidos.

La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) reveló el miércoles pasado la cifra más alta de migrantes interceptados en la frontera con 1.7 millones de personas. 

 

Una cuarta parte de los detenidos en septiembre ya había sido detenido previamente por cruzar la frontera en los últimos doce meses. El comisionado interino de la CBP, Troy Miller, indicó en un comunicado que el 54% de los detenidos el mes pasado fueron deportados bajo el Título 42, una medida que ampara las expulsiones expeditas de migrantes indocumentados encontrados en la frontera bajo el argumento de evitar la propagación del Covid-19.

 

Al otro lado de la frontera, el flujo de migrantes tampoco tiene precedentes. Desde comienzos de año hasta agosto se detectaron en México 147.000 indocumentados, el triple que en 2020.