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El escritor colombiano Alfonso Carvajal ha publicado cinco novelas, dos libros de cuentos, un ensayo y dos poemarios. CLAUDIA RUBIO
El escritor colombiano Alfonso Carvajal ha publicado cinco novelas, dos libros de cuentos, un ensayo y dos poemarios. CLAUDIA RUBIO

¿Cómo se homenajeó la cultura mexicana en Feria del Libro de Bogotá?

Conversación con el escritor colombiano Alfonso Carvajal, a propósito de la 35 Feria Internacional del Libro de Bogotá, que terminó hace una semana. 

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Alfonso Carvajal ha explorado historias y formas narrativas, tiene los pies en Colombia, pero el cerebro y el talento tocando las puertas de la universalidad y de los dilemas de la condición humana.

Es lo que ha ocurrido con una de sus novelas, Ruega por nosotros (2015), la recreación de un hecho de la vida real, aterrador, simbólico, trascendente y con una resonancia en los medios de comunicación en su momento. Por estos días, la obra será publicada por una editorial mexicana y de tiempo atrás, Carvajal ha recibido ofertas para llevarla a una serie de televisión o a un largometraje.

Hace parte de la generación de escritores que nació después del Boom Latinoamericano, una concentración de lujo de varias de las mejores plumas del siglo XX. 

Carvajal y México están unidos en estos días por la Feria Internacional del Libro de Bogotá (Filbo), una de las más importantes del mundo. No solo escritor, sino editor y periodista, Carvajal dirigió y publicó un especial sobre México y su cultura, a propósito de que este año el país fue el Invitado de Honor a la Filbo. Circuló como impreso entre visitantes a la Feria y en seis universidades, además de una versión digital.

En una entrevista con AL DÍA, Alfonso Carvajal se refirió a México, a la industria editorial, a Ruega por nosotros y a su aventura editorial, entre otros temas.

¿Cuál es el peso histórico de México en la producción literaria?

Cuando supe que México era el país invitado a la Feria del Libro de Bogotá, nació la idea de realizar un periódico sobre sus expresiones culturales, en especial su literatura. Octavio Paz, Juan Rulfo y Arreola hacen parte de mi educación sentimental. Buñuel y Ripstein, en el cine, me han mostrado el subsuelo del alma mexicana. Hablé con Miguel Ángel Flórez Góngora, editor e investigador colombiano, radicado en México, y trabajamos cuatro meses el proyecto que se presentó en la Feria. 

Comprendimos que era la primera vez que se hacía un periódico a un país invitado en los 35 años de la historia de la Feria y que no existía una publicación alrededor de un evento tan importante y que alberga a más de medio millón de personas en dos semanas. Apareció en el camino Unomas, un ilustrador con el cual compartimos un espíritu rebelde, de desacato, y sus viñetas e ilustraciones entrañaron el periódico. Creo que la mujer enaltece la publicación. Escritoras como Fernanda Melchor, Cristina Rivera Garza, Alejandra Jaramillo, Johanna Malcher, Stefanie Mayer, Valentina Ramona de Jesús y Ana Patricia Reyes,  hacen parte de esta historia. El periódico virtual tiene 50 páginas y el impreso 40. Abarca temas literarios, de género, arquitectura, pintura y alrededor de la traducción.

EL IMPACTO DE ‘RUEGA POR NOSOTROS’

A propósito de México, usted incursionará con una de sus novelas. ¿De qué se trata y qué significado tiene? 

Próximamente, editorial Del Lirio en México reeditará mi novela Ruega por nosotros.  Por ser un país lector, con unas dinámicas sociales muy variadas, tengo mucha curiosidad de su acogida. Es un tema complejo que reúne lo religioso, la homosexualidad, el amor y la muerte. Aunque es un episodio que sucedió en Colombia, a través de la ficción la novela adquiere un carácter shakesperiano, universal.

Sabemos que lo han buscado para llevar esa novela al cine. ¿Vale la pena ese tránsito de un relato de la novela a la pantalla?

Yo escribí Ruega por nosotros como un texto dramático. Me sumergí en la psicología de los personajes y construí un mundo donde la realidad y la ficción fueran un solo cuadro, una sola entidad literaria. La historia ha atraído a algunos productores audiovisuales, que desean realizar una serie, pero creo que con intentar hacer una buena película sería suficiente.

‘MÁS CREATIVOS, MENOS NEGOCIANTES’

Más allá de las ventas, las ferias acercan a escritores y lectores. Pero también confronta la calidad con mercachifles de la viralidad. ¿Cómo lidia un escritor con ese panorama cada vez más frecuente?

El mundo literario y el editorial, aunque son inseparables, tienen incompatibilidades extensas. Lo mediático y comercial se expanden sin algún antídoto a la vista. Y la calidad literaria, su poder intrínseco, se han disminuido. Ahora priman otros valores, de renta principalmente, pero lo literario en su forma y fondo, siempre estará ahí y solo el tiempo dirá qué perdura y qué ha dejado de existir. Todavía leemos a Kafka, Cervantes, Homero, Shakespeare, Pessoa y Dostoievski. Eso nos basta para soñar.

La Filbo está entre las 10 más importantes del mundo. ¿Qué le sobra y qué le está haciendo falta?

La Feria del Libro de Bogotá es vendedora, lo que no está mal, pues crea lectores. Le sobra plata y a sus dueños les falta cultura. Necesitamos más creativos y menos negociantes.

¿Qué opina del reto de la aceptación por parte de los lectores. Incluso, la universalidad como fórmula para romper barreras y llegar a públicos diversos?

Falta visibilizar al lector, darle herramientas, ponerlo en el centro del mundo y no simplemente como a un comprador más. No es una utopía. Falta sensibilidad humana y social.

Recientemente se metió en la tarea editorial con Controversia Editorial ¿Qué balance hace y cómo se siente desde esa orilla lo que ocurre con la industria editorial?

Controversia Editorial nació como supervivencia e independencia. Mi pasión ha sido la literatura y el bello oficio de la edición me ha servido para comer y pagar servicios, además, de adentrarme en otros espacios del conocimiento. Controversia es un instrumento para crear proyectos que en el mundo editorial colombiano no podría realizar.