Esta semana los ojos están puestos en la estación fronteriza de Ysleta, un puerto de entrada de migrantes cerca de El Paso, después de que los agentes de la patrulla dispararan fatalmente a un migrante mexicano el martes 4 de octubre, después de que el hombre supuestamente amenazara a los agentes con un arma, informó primero The Washington Post. 

Manuel Morán, de 33 años, intentó cruzar la frontera, pero fue atrapado y detenido por agentes de la USBP. El FBI dijo a The Washington Post que Morán había sido mayormente obediente en el momento de su captura, pero se volvió hostil después de salir corriendo de una celda de detención para agarrar un arma, dijo la agencia a última hora del miércoles.

En el centro de detención, Morán procedió a coger un "arma blanca" de un escritorio cercano y supuestamente amenazó a los agentes. Una fuente no identificada, no autorizada a hablar sobre asuntos relacionados con el incidente, dijo al Post que el arma en cuestión era un par de tijeras. 

Tras los infructuosos intentos de desescalar a Morán, los agentes le dispararon.

"Los agentes le dieron órdenes verbales e intentaron obtener el control utilizando métodos de fuerza no mortales, concretamente la pistola eléctrica, lo que no tuvo éxito. Los agentes continuaron dando órdenes verbales", dice el comunicado del FBI.

"Sin embargo, Morán continuó avanzando hacia ellos con el arma blanca, momento en el que los agentes le dispararon", continúa el comunicado.

Morán murió posteriormente en el hospital a causa de las heridas mortales. La agencia federal de seguridad dice a los medios de comunicación que la investigación está en curso y que no puede proporcionar más detalles por el momento, salvo los agrios comentarios recibidos en el Post. 

La Oficina de Responsabilidad Profesional de Aduanas y Protección de Fronteras de EE.UU., la división de asuntos internos de la agencia, está trabajando con el FBI para investigar el tiroteo.

Morán, que residió previamente en Colorado en 2011, fue deportado por cargos de condena por asesinato, así como por agresión, antes del incidente de esta semana, dijo el FBI sobre su historial con la agencia. 

Los incidentes en la frontera observan un aumento constante, ya que las estadísticas publicadas por la USBP informan de un incremento en los casos de uso de la fuerza por parte de los agentes de la BP. En septiembre del año pasado, se registraron 15 encuentros con uso de la fuerza, mientras que en 2022, hasta ahora, se han registrado 17 incidentes. 

Los portavoces de la agencia no comentaron directamente la cuestión de los encuentros con el uso de la fuerza por parte de los agentes de patrulla. Los agentes de la USBP llevan regularmente armas de fuego en su persona.

La USBP ha sido durante mucho tiempo objeto de escrutinio por parte de grupos de activistas y organizaciones de defensa, dado el largo historial de malos tratos en las instalaciones de la agencia. A principios de este mes, la Oficina de Washington para América Latina publicó un inquietante informe en el que se detallan casos de incautación de artículos a manos de la USBP.

Los artículos confiscados, según las directrices de la USBP, deben ser devueltos a sus propietarios, pero la agencia no ha detallado un proceso logístico de devolución, lo que ha provocado la pérdida absoluta de objetos de recuerdo, prendas religiosas y, en algunos casos, una pérdida monetaria. 

Tras un intenso sondeo por parte de los grupos de defensa y del Congreso, la USBP publicó una guía para la confiscación de artículos religiosos.

Después de que la ACLU enviara una carta exponiendo estos casos, el USBP ofreció una investigación interna como respuesta.