Tras la conmoción causada por la aprobación de la SB-4 (ley que prohíbe las ciudades santuario) en Austin, la capital del estado tejano, un poco de su historia se ha dejado ver a través de sus costuras.

De acuerdo con un artículo en profundidad publicado por NBC News, antes de que Texas fuera un estado, el sentimiento contra el mexicano se percibía en todo el territorio en una línea de tiempo que incluía masacres y discriminación laboral, así como leyes de identificación para el votante y de redistribución distrital.

Si bien la actual retórica política podría hacer ver el sentimiento anti-mexicano como algo nuevo, el estado ha sido testigo de horrores tan siniestros como los linchamientos y los asesinatos en masa contra los mexicanos, que se llevaron la vida de hasta 232 personas tan sólo en 1928.

De hecho, la discriminación era tan severa que el Acta de los Derechos Electorales fue utilizada como base para el acta de expansión de 1975 que prevenía la discriminación contra aquellos que hablaran inglés como segunda lengua.

“Para Texas ha sido un trayecto lento para la ciudadanía efectiva de los mexicanos americanos”, dijo Jon Morán González, director del Centro de Estudios Mexico-Americanos en la Universidad de Texas en Austin.

Habiendo seguido de cerca la historia de la violencia contra los inmigrantes y descendientes mexicanos, aprobada por el estado, Gonzáles es uno de los fundadores del Proyecto Contra el Olvido (Refusing to Forget Project) que ha documentado y creado una muestra en el Museo Estatal de Historia Bullock Texas sobre la violencia permisiva del estado contra los mexicanos y mexicanos-americanos que residían en la frontera entre Texas y México durante los años 1910-1920.

Y es que la violencia ha existido aún cuando los mexicanos no han sido una minoría insignificante. Llegando a cubrir un 40% de la población estatal, el desarrollo de la comunidad mexicana ha sido y sigue siendo de vital importancia, no sólo para la comunidad, sino para el estado en general.

Algunas organizaciones de derechos civiles como el Fondo Mexicano Americano de Defensa Legal y Educativa (MALDEF, por sus siglas en inglés), han estado luchando por el desarrollo de los residentes mexicanos desde el día uno.

Su presidente y director ejecutivo, Thomas Saenz, ha demostrado que siguen comprometidos con la lucha por los derechos de los mexicanos y de sus descendientes en Texas, habiendo introducido una demanda el día jueves en nombre de San Antonio, Texas y tres organizaciones sin ánimos de lucro para evitar que la SB4 llegue a tener efecto.

“Esta marginalización y discriminación contra el pueblo de origen mexicano es una estocada al corazón de la identidad tejana”, dijo Luis Fraga, co-director del Instituto de Estudios Latinos en la Universidad de Notre Dame, asegurando que lo que está sucediendo con la SB4, junto con el endurecimiento de las leyes electorales, “debe entenderse en el contexto del que siempre ha formado parte Texas”.