Con la decidida apuesta de encontrar en la nueva presidenta de Honduras, Xiomara Castro, una socia con la que puedan trabajar en el tema de la migración masiva, la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, encabeza la delegación que hará parte de la histórica posesión en el país centroamericano. 

A pesar de la agitación política con la que iniciará su mandato Castro, debido a una división en el nuevo Congreso de su país, donde incluso varios legisladores se fueron a los golpes en medio de la elección del presidente de esta entidad, la llegada de la vicepresidenta busca marcar una diferencia en la manera como Washington interactuaba con la previa administración. 

Incluida una llamada que sostuvo Harris con Castro en diciembre del año pasado, este es el primer encuentro gubernamental entre Estados Unidos y Honduras, por lo que la presencia de la vicepresidenta muestra la importancia que tiene para la Casa Blanca esta nueva aliada. 

Por medio del comunicado con el que se anunció la visita diplomática de Harris, con esta se busca promover el crecimiento económico, luchar contra la corrupción y revisar profundamente la crisis de la migración masiva en la región del Triángulo del Norte. 

Por cuenta de las malas relaciones diplomáticas que Estados Unidos mantiene con países vecinos de Honduras, como Guatemala y El Salvador, también protagonistas de las olas de migración masivas que se han presentado en los últimos años en la región, para la vicepresidenta es clave encontrar en la nueva presidenta una compañera sólida para afrontar este drama humano. 

Washington quiere cerrar el capítulo del predecesor de la electa Xiomara Castro, el mandatario saliente Juan Orlando Hernández, quien es señalado por corrupción y por tener vínculos con el narcotráfico. Ahora, con la elección, por primera vez en la historia de Honduras de una mujer presidente, se presenta un impulso positivo que promete darle un nuevo aire a este país, convirtiéndolo así en un actor clave para los intereses norteamericanos. 

Este es el segundo viaje oficial de la vicepresidenta Harris a esta región, con lo que buscan demostrar el interés de la administración Biden en buscar soluciones de fondo a la crisis humanitaria. 

Durante su primera experiencia, en la que el gobierno fue cuestionado por tomarse demasiado tiempo en intervenir en esta situación, Harris visitó Guatemala y México, dejando opiniones mixtas entre quienes veían con buenos ojos el inicio de esta participación y quienes criticaron la respuesta de Estados Unidos a esta problemática.

Gracias a la gestión de Harris, los capitales privados han empezado a llegar a Tegucigalpa, donde se destacan las inversiones realizadas por importantes empresas como Microsoft, MasterCard, Chobani, Duolingo, Nespresso, entre otras, las cuales también están destinando recursos a Guatemala y El Salvador. 

Con esta alianza entre el sector público y privado, el llamado a la acción de Harris busca generar un impacto positivo en estos países, implementando cambios en todo el sistema que puedan generar mejores condiciones de vida para sus ciudadanos. Para esto, Estados Unidos debe usar todas las herramientas que tenga a su disposición y debe ser el encargado de dictar los pasos a seguir para encontrar soluciones definitivas, sin dejar de escuchar las opiniones y propuestas desde las regiones mismas. 

Es importante recordar que esta crisis tuvo un aumento notorio en medio de la pandemia por coronavirus, donde la situación económica de muchas familias, no solo de Centroamérica, sino también de Suramérica, empeoró dramáticamente obligándolos a buscar el sueño americano como una opción para sobrevivir.

Asimismo, y sin importar las críticas, incluso de los mismos demócratas, la administración Biden ha dado continuidad a las cuestionadas políticas migratorias del expresidente Donald Trump.

De acuerdo con cifras oficiales, que no tienen en cuenta el número importante de personas que se quedan en el camino, la Patrulla Fronteriza realizó, solo en diciembre de 2021, más de 170 mil arrestos, de los cuales cerca de 47 mil eran migrantes del Triángulo del Norte.