Con la firma del perdón al controversial ex alguacil de Arizona Joe Arpaio, Trump parece querer demostrar que cuando de idealismos se trata, hay quienes pueden sortear la sentencia de la Ley.

Arpaio fue hallado culpable por desacato a la ley al desafiar una orden judicial en la que se le obligaba a detener la persecución a individuos inmigrantes basándose tan sólo en su apariencia física.

El ex alguacil, de 85 años de edad, enfrentaba una condena de hasta seis meses de cárcel, que sería anunciada el próximo 5 de octubre, pero el presidente anunció en un mítin en Phoenix, Arizona, que pretendía otorgarle el perdón, un gesto presidencial frecuentemente reservado para los últimos días de gobierno de cualquier mandatario.

La sorprendente decisión de Trump fue enfrentada por muchos funcionarios públicos, incluidos varios dentro del partido republicano. El presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, por ejemplo, comunicó a través de su portavoz, Doug Andres, que “los funcionarios de policía tienen la especial responsabilidad de respetar los derechos de todos en Estados unidos. No deberíamos dejar que nadie crea que esa responsabilidad queda mermada por este perdón”.

Por su parte, el senador por Arizona, Jeff Flake escribió en su cuenta en twitter que hubiera “preferido que el presidente respetara el proceso judicial y dejara que siguiera su curso”. Su colega, el senador John McCain también sentenció que el indulto “socava” las alegaciones de Trump sobre su respeto al estado de derecho, porque “Arpaio no ha mostrado arrepentimiento por sus acciones”, según informó El Diario de Nueva York.

Otra representante republicana, Ileana Ros-Lehtinen, declaró en Twitter el día viernes su sorpresa ante la decisión presidencial, comparándole con la prohibición de servicio a los militares transexuales, y cuestionando la definición de “patriotismo” del presidente.

Por su parte, la bancada demócrata en el Congreso no tardó en hacerse escuchar. El líder de la minoría en el Senado, Chuck Schumer, acusó al presidente por utilizar la crítica circunstancia del huracán Harvey para hacer pasar un perdón por debajo de la mesa: “Joe Arpaio ignoró las cortes y la sentencia de la ley para apuntar sistemáticamente a los Latinos en Arizona”, dijo en Twitter. “La definición del racismo y la intolerancia”.

Otros demócratas como Nancy Pelosi, Chris Murphy, Bernie Sanders, Tom Perez, Bárbara Lee, Sheila Jackson Lee, Joaquín Castro, Patrick Leahy, e Yvette D. Clarke, coincidieron en que el perdón de Trump no sólo implicaba que la ley es permeable, sino que transformaba el racismo, la intolerancia y las violaciones a los Derechos Humanos en delitos “perdonables”, siempre y cuando el culpable coincida con los preceptos ideológicos del hombre al mando.