Lameer Boyd, de 18 años, recibió hasta 52 disparos en el oeste de Filadelfia el lunes 18 de julio por la noche, lo que supone el homicidio número 300 en Filadelfia sólo este año. El año pasado por estas fechas, la ciudad contaba con 304 homicidios, según el Departamento de Policía de Filadelfia. 

Según las cifras de la ciudad, los homicidios han bajado un 1% en comparación con el año pasado, pero el aumento de la violencia con armas de fuego ha subido un 5%, lo que significa que todavía es muy posible que la tasa de asesinatos eclipse el sombrío hito del año pasado de 562, el mayor número de homicidios registrado en un año. 

En un momento de horrible tragedia, los residentes suelen mirar a sus líderes en busca de consuelo y orientación, algo que muchos no han obtenido del alcalde de Filadelfia, Jim Kenney, que ha sido muy criticado a lo largo de la crisis de la ciudad, ya que los homicidios y los incidentes de violencia armada han aumentado y él ha proyectado una falta de atención y empatía. 

Además de la falta de atención mostrada, sus palabras le han metido en más problemas. El martes 19 de julio, Kenney dijo que no se había reunido con ninguna de las familias de las víctimas cuando le preguntó un periodista. Dijo a Kelly Rule de FOX 29: "He hablado con personas que han sido víctimas de tiroteos, pero en lo que se refiere a los homicidios, no sé si es productivo que interceda mientras la investigación está en marcha". 

Esta revelación llega tras el reciente escrutinio sobre sus comentarios tras el tiroteo en la celebración del 4 de julio en Filadelfia, en los que admitió que estaría "feliz" cuando dejara el cargo.

"Estoy esperando que pase algo malo todo el tiempo. Así que seré feliz cuando no esté aquí, cuando no sea alcalde, y pueda disfrutar de algunas cosas", dijo Kenney. 

En relación con los últimos comentarios tras el homicidio número 300 del año, la oficina del alcalde emitió una aclaración: "Para ser claros, el alcalde se ha reunido con varias madres de niños asesinados en la ciudad, principalmente a través del programa GVI de CJPS".

Horas más tarde, el martes, Kenney emitió la siguiente declaración: "Cada acto de violencia con armas de fuego es una tragedia indescriptible. El hecho de que nuestra ciudad haya perdido 300 almas hasta la fecha este año es totalmente devastador. Como alcalde, mi prioridad número uno es mantener a la gente segura y proteger a nuestros residentes. El aumento de la violencia con armas de fuego que hemos visto en nuestra ciudad -y en todo el país- es inaceptable y me duele mucho. Mi más sentido pésame a los seres queridos de todos los afectados por esta violencia sin sentido". 

El fiscal del distrito Larry Krasner también recordó que se trata de una situación en la que todo el mundo ayuda, incluida la comisaria de policía de Filadelfia, Danielle Outlaw, junto con otros funcionarios de la ciudad, para frenar de alguna manera el creciente índice de violencia con armas de fuego en las calles de Filadelfia. 

Sin embargo, en marzo, cuando el número de homicidios era de 121 -lo que en ese momento suponía un aumento del 2% respecto al año anterior- admitió que la policía de Filadelfia "no puede seguir el ritmo" de la creciente tasa de homicidios.