LIVE STREAMING
Foto: EFE/EPA/Ron Sachs
Foto: EFE/EPA/Ron Sachs

“Seguridad Fronteriza, DACA, TPS y todo lo que quieran, pero denme el muro”

En un esfuerzo desesperado, Trump ofrece un pacto a los demócratas que pone en un solo saco todas las propuestas de inmigración que se han debatido durante los…

MÁS EN ESTA SECCIÓN

¿Dinero más barato?

¿Listos para la deportación?

La alarma de los drones

¿Cómo proteger sus derechos?

TikTok pierde de nuevo

La cacería avanza

¿De dónde vino el covid?

Trump promete y cumple

COMPARTA ESTE CONTENIDO:

“Razonable”, “de sentido común”, “un compromiso”; estas fueron las palabras del presidente Donald Trump el pasado sábado a la hora de describir su último y desesperado intento por llegar a un acuerdo con los demócratas a cambio de su ansiado muro fronterizo con México.

Después de haber cerrado el gobierno por un período récord de 30 días, el presidente estadounidense ha recurrido a una maniobra profundamente rechazada por sus seguidores y ofrecer a los demócratas en el Congreso una codiciosa solución para el grave estancamiento político y administrativo del país.

En un discurso televisado, el mandatario ofreció “tres años de protección contra la deportación para algunos inmigrantes a cambio de 5.7 mil millones de dólares en el financiamiento de un muro fronterizo”, según reportó el Washington Post.

Esto incluiría una suspensión temporal de sus esfuerzos por eliminar el Programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, conocido como DACA, y el Estatus de Protección Temporal para inmigrantes de algunos países latinoamericanos y del África, dos de sus escasos “logros” en su agenda anti-inmigrante de los últimos años.

La respuesta inmediata del liderazgo demócrata en el Congreso fue de refutar de lleno la propuesta, asegurando que “no servirá de nada”, según dijo la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.

Como era de esperarse, Trump no tomó bien el rechazo y tildó a la representante de “irracional” y “demócrata radical”, asegurando nuevamente que la intransigencia demócrata se trataba tan sólo de una estrategia para el 2020, “que no ganarán”.

Sin embargo, este nuevo fracaso en las negociaciones parece jugar en contra de ambos bandos.

Para la base de partidarios del presidente su oferta se ve interpretada como una traición a sus promesas electorales, y muchos le han catalogado de “amnistía”.

Según declaró James Carafano, miembro de la organización conservadora Heritage Foundation, “incluir amnistía en la nueva propuesta no es la manera de (asegurar la frontera)”, según reportó ABC News.

Por su parte, tanto Pelosi como el resto de los demócratas en el Congreso han mantenido una fuerte postura contra los intentos del gobierno de negociar con cualquier cosa a la mano con tal de construir el muro en la frontera.

Pero su promesa antes de la inauguración del nuevo Congreso había sido la de “aprobar una legislación que otorgue a los llamados Dreamers una vía a la ciudadanía”, como bien declaró la representante durante el pasado mes de diciembre.

Si bien ceder a la tentación de la nueva propuesta de Trump podría conseguir algo parecido, el precio político podría ser muy alto.

Por el contrario, tanto Pelosi como el líder de la minoría en el Senado, Chuck Schumer, han decidido cerrar flancos y trabajar en un dúo indivisible para enfrentar la presión desde la Casa Blanca, intentar aprobar medidas que abran temporalmente el gobierno y luego si sentarse a debatir alguna propuesta con el presidente.

De una u otra manera, la estrategia demócrata parece estar surtiendo efecto pues, en otras circunstancias, hubiese parecido imposible que Trump siquiera considerara ceder en algún asunto inmigratorio.

Asimismo, la presión en medio del Partido Republicano ha puesto a su líder en el Senado, Mitch McConnell, en la difícil situación de diseñar una propuesta que incluya las provisiones migratorias del presidente, la reapertura del gobierno, fondos de emergencia para zonas afectadas por desastres naturales e incluso una extensión de la Ley Contra la Violencia de Género, según agrega el Post.

Y es que, con tal de obtener otra victoria simbólica, los Republicanos – y por ende, el presidente – son capaces hasta de considerar alguna idea progresista.