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11 immigrant youth and activists held a rally at the Liberty Bell in Philadelphia on Feb. 20. The activists are walking 250 miles from New York City to Washington, D.C. to raise awareness and call on Congress to pass a clean Dream Act. Photo: Emily Neil / AL DÍA News
11 indocumentados y sus aliados se manifestaron frente a la Campana de la Libertad en Filadelfia el 20 de febrero. Los activistas están caminando por 250 millas para llamar la atención y exigir que Congress apruebe un Dream Act limpia. Foto: Emily Neil /…

Caminando por un sueño

11 indocumentados y sus aliados marcharon el pasado jueves por las calles de Filadelfia, última parada de otra marcha de protesta de 250 millas que pretende…

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El pasado jueves, un grupo de jóvenes indocumentados y sus aliados se manifestaron frente a la Campana de la Libertad de Filadelfia para exigir una Dream Act limpia. La marcha forma parte de la llamada “Marcha para quedarnos en casa” ( Walk to Stay Home), organizada por el llamado Seed Project, de Movimiento Cosecha. Filadelfia fue la parada más reciente de este viaje de 250 millas que ha llevado a los activistas a caminar desde Nueva York hasta Washington DC, donde tienen previsto llegar a principios de marzo y participar en una manifestación masiva frente al Capitolio.

"Estamos cansados. Son palabras que no podemos parar de repetir. Estamos agotados. Y seguimos dándolo todo, nuestros cuerpos, nuestras almas, todo para que seguir estando aquí, ahora mismo, caminando y diciéndole al pueblo estadounidense que no somos ilegales, que no somos criminales, que merecemos estar en este país, y que somos estadounidenses también ", dijo Haydi Torres, una estudiante indocumentada que forma parte de los 11 caminantes que realizan la marcha a tiempo completo. Ella y otros miembros del grupo compartieron sus historias personales con la multitud reunida ante ellos en la manifestación.

 

 

Los 11 caminantes, cada uno con fotos de familiares y amigos a quienes han elegido dedicar su caminata, compartieron emotivas historias sobre todos esos niños, padres, familiares y comunidades que les han permitido construir sus vidas en los EE.UU. y que, en algunos casos, están hoy en riesgo de deportación y separación. 

Para María Fernanda Madrigal, una de las caminantes a tiempo completo y beneficiaria del DACA, su decisión de participar en la marcha surgió debido a una promesa a su hijo. Madrigal describió lo que significa para ella asegurarle cada mañana a su hijo de cinco años cuando lo deja en la escuela que, como de costumbre, lo recogerá por la tarde. Porque un día, mientras se alejaba, vio un auto de la Patrulla Fronteriza cerca de la escuela, "y finalmente entendí que igual un día no podría ir a recogerlo", dijo Madrigal. Una vez expire su permiso DACA, no sabe cuál será su estado migratorio. 

"Me di cuenta de que no soy la única madre que siente esto todos los días ... todos tenemos el mismo temor de que algún día regresemos del trabajo y...", dijo Madrigal. "Todos, [como] padres indocumentados, tenemos que tener un plan alternativo sobre quién podría ir a recoger a nuestros hijos en caso de que algo suceda. Y no creo que eso sea justo, no creo que eso sea humano". 

Karla Rojas, una joven del área de Filadelfia y beneficiaria del DACA, es una de las 50 caminantes que participa en la marcha a tiempo parcial. Ella cree que sus palabras hablan por los más de 11 millones de inmigrantes indocumentados de todo el país. 

"Estamos caminando no solo por los Dreamers, sino por el resto de la comunidad", dijo Rojas. 

La caminante quiere que el Congreso apruebe una Dream Act limpia, entendida como una solución permanente que proteja a los beneficiarios actuales del DACA y a los jóvenes elegibles a este programa sin sacrificar la seguridad de sus familiares indocumentados, quienes pueden no ser elegibles para la protección del DACA. 

"Lo que estamos viendo con esta nueva administración es un cambio en el lenguaje y un cambio en la retórica. Lo que pretenden hacer es dar algo a los beneficiarios del DACA y expandirlo un poco más, por lo que se incluirían aproximadamente otros 1,8 millones de individuos ... pero a costa de eso se penaliza más a nuestras familias", dijo Héctor Martínez, uno de los caminantes y receptor de DACA de Nueva York. 

"Significa tomar como rehenes a los DACA para llevar a cabo su política del odio. Y es por eso salimos a la calle, para decir que que una Dream Act limpia implica una ley que no persiga a nuestras familias", agregó Martínez. 

Barbara Hernández, otra caminante y receptora del DACA, dijo que participaba en la marcha por su madre, a quien puede ver como máximo una vez al mes, cuando el Friendship Park, en la frontera entre San Diego y Tijuana, abre sus puertas a México. 

"Para mi es muy doloroso, es un dolor emocional con el que tengo que lidiar cada día de mi vida que he estado aquí", dijo Hernández. "No poder abrazar a mi madre, no poder cuidarla cuando se enferma. Y es por eso que estoy caminando. Estoy caminando por la esperanza, por la esperanza de que alguien haga algo, por que se apruebe un Dream Act limpio y obtengamos la dignidad y el respeto que nos merecemos".

 

La marcha continúa mientras el Congreso continúa estancado a la hora de aprobar cualquier legislación sobre los DACA, al no haber aceptado aprobar un plan bipartidista a pesar de las negociaciones que se llevaron a cabo durante el mes pasado. A medida que se acerca el 5 de marzo, fecha límite impuesta por la Administración Trump para llegar a un acuerdo, los participantes de la marcha Walk to Stay Home planean organizar una manifestación más grande fuera de Capitol Hill el 1 de marzo para aumentar la presión sobre los legisladores para que aprueben la legislación DACA. 

Según la nota de prensa de Seed Project, alrededor de 800 beneficiarios del DACA pierden a diario su estatus legal , y más de 1.000 perderán su protección legal cuando terminen las dos semanas que dura la marcha. 

Muchos de los activistas de Walk to Stay Home enfatizaron que su llamada a una Dream Act limpia tiene el apoyo de una significativa mayoría de los votantes americanos, según numerosas encuestas

"Lo hemos podido ver mientras caminábamos por estas comunidades, cuando nos hemos detenido a comer en las iglesias: el apoyo abrumador de esas comunidades que vienen a darnos la bienvenida, a darnos comida, a asegurarnos de que llevamos calcetines limpios, a asegurarse de que llevamos un botiquín por si ocurre alguna emergencia médica en el camino. Porque, realmente, ha quedado muy claro que no somos solo nosotros los que apoyamos una Dream Act limpia, o que creemos que es una causa justa, sino la abrumadora mayoría de los votantes estadounidenses ", dijo el beneficiario del DACA Eduardo Samaniego. 

Muchos de los jóvenes indocumentados del grupo destacaron que han tenido que lidiar con la lluvia y la nieve, sufrir lesiones y enfrentarse una fatiga extrema, ya que han caminado un promedio de 20 millas por día desde que salieron de la ciudad de Nueva York, el 15 de febrero. Pero para muchos, la dificultad del viaje ha aumentado su determinación por transmitir su mensaje al resto del país. 

"Es un pequeño sacrificio en comparación con las muchas millas que muchos otros tienen que caminar todos los días por temor a que puedan ser deportados", dijo Samaniego. 

"Hay tantas millas que muchos otros han caminado para venir a este país, buscando un poco de libertad, que realmente creo que lo nuestro es un pequeño sacrificio en comparación con todas esas millas que otros han caminado por nosotros", dijo.