Durante una llamada telefónica entre el Presidente chino Xi Jinping y el Presidente Donald Trump, el primer mandatario chino instó a la cordura, mientras que Japón conducía ejercicios militares con el portaaviones norteamericano que se dirigía hacia aguas coreanas, a manera de amenaza de Trump contra las pruebas nucleares de Corea del Norte.

El Régimen de Corea del Norte hizo público a través del periódico oficial del Comité Central de Gobierno, el Rodong Sinmun, que el país está listo para demostrar su “fuerza militar” hundiendo al “portaaviones de propulsión nuclear de un solo golpe”, asegurando que Pyongyang tiene armas que “pueden llegar a la parte continental de Estados Unidos y a la región del Asia-Pacífico”, así como un “arma absoluta”, mejor conocida como la bomba H, según reporta CNN.

“Los Estados Unidos no debería desbocarse sino considerar con cuidado cualquier consecuencia catastrófica que pueda tener este tonto acto militar de provocación”, dijo el mismo periódico el día de hoy.

China es el único aliado que le queda a Corea del Norte, pero de la misma manera ha manifestado su abierto descontento con los programas nucleares que el régimen se rehúsa a desmantelar, violando el acuerdo del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

La preocupación del gobierno chino ha derivado en un intento de mediación entre las partes enfrentadas, asegurando que la única solución será la retirada simultánea de ambos bandos, y un acuerdo bilateral.

“El asunto se ha agravado en la víspera de la celebración norcoreana del 85mo aniversario de la fundación del Ejército del Pueblo Coreano el día martes. Este tipo de eventos han sido celebrados con pruebas de lanzamientos de misiles nucleares”, asegura Reuters.

A pesar de las promesas iniciales de Donald Trump de retirarse de la escena internacional y volcarse hacia las necesidades inmediatas de los Estados Unidos, su decisión de castigar al régimen de Bashar Al-Assad lanzando un ataque contra una base aérea siria le ha puesto en el epicentro del conflicto.