Erika Almirón lanza una campaña supercargada para el Ayuntamiento de Filadelfia
Almirón, activista y organizadora de toda la vida, presentó una candidatura fallida en 2019. No busca repetir.
El sábado 28 de enero se produjo un gran revuelo en Izlas Latin Cusine cuando Erika Almirón lanzó su campaña para el Ayuntamiento de Filadelfia.
Almirón, paraguaya estadounidense de primera generación, es la segunda latina que aspira a figurar en la papeleta -junto a Luz Colón, puertorriqueña- y su candidatura pondrá de relieve la estrategia que seguirán ambas candidatas para galvanizar a los votantes latinos de la ciudad.
"Esto es muy, muy real", dijo Almirón improvisadamente antes de pronunciar su discurso. "La diversidad en esta sala, las caras bonitas en esta sala. La razón por la que creo que estoy brillando en este momento es porque esto es lo que parece Filadelfia", dijo a una multitud de simpatizantes.
Antes de que los simpatizantes ahogaran la sala en cánticos para escuchar las declaraciones oficiales de Almirón que activarían la campaña, le preparó el escenario el fiscal del distrito Larry Krasner, una de las figuras progresistas más destacadas de la ciudad, que suele estar presente en las presentaciones demócratas.
"¿Conoces a esos políticos que van a un sitio y dicen una cosa, luego se suben a un coche y van a otro sitio y dicen lo contrario? Esa no es Erika", dijo Krasner, presentando a Almirón en el escenario.
"Erika va a decir lo que cree. Va a decir lo mismo en todas las salas", continuó Krasner, que fue la asesora legal de Almirón durante una detención.
Un organizador primero
Cuando Almirón lanzó por primera vez su campaña en 2019, fue bautizada como una candidata en alza. Ella se opuso a ser etiquetada como activista y prefirió el término organizadora.
Hija de inmigrantes paraguayos, Almirón aparentemente encerrada en causas progresistas -desde trabajar en Planned Parenthood fuera de la universidad a principios de la década de 2000 hasta trabajar como coordinadora en una organización de derechos de los inmigrantes y apoyar los esfuerzos de organización en la frontera hasta directora ejecutiva de Juntos, un grupo de derechos de los inmigrantes con sede en el sur de Filadelfia-, Almirón tenía los ingredientes de una revolucionaria.
Cambió su trabajo de organización a la campaña, habiendo lanzado su primera candidatura a un cargo electo en 2019, una entre la friolera de 28 candidatos que perseguían cinco escaños at-Large, pero se quedó fuera de la carrera en las primarias.
Ahora, Almirón se adentra en otra carrera repleta de 20 candidatos, todos ellos con sólidos currículos, además de haber conseguido ya apoyos y financiación. El momento de su lanzamiento también fue tema de conversación, situándola en los puestos más bajos entre sus compañeros de candidatura.
"Es una candidata absolutamente viable", afirma Aria Snedgar, directora de campaña de Almirón. "Creo que este inicio de campaña me ha demostrado que Erika cuenta con el apoyo de muchas comunidades diferentes. Sólo con echar un vistazo a la multitud (...), se podía ver a gente de toda la ciudad, de diferentes orígenes. Lo que me demostró es que tiene una coalición de apoyo muy diversa".
La estrategia
Almirón tiene mucho trabajo por delante para alcanzar a los favoritos, cuyo apoyo de alto nivel vibra en el campo.
Pero en su presentación no se centró en otros candidatos. Respondiendo a si había ansiedad en la campaña, Almirón dijo: "En absoluto".
"La última vez que me presenté estuve muy cerca, porque la gente vota. No siempre vota el dinero", continuó.
En 2019, Almirón obtuvo 34,329 votos, colocándose 11,141 votos por debajo de la concejal Katherine Gilmore Richardson en las primarias.
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"Estoy recaudando mi dinero, voy a recaudar más dinero que la última campaña, pero hay candidatos de la última vez que recaudaron tres veces lo que yo, y no me ganaron la última vez", dijo Almirón.
La plataforma, mientras tanto, está hipercentrada en la logística inicial para que el nombre de Almirón aparezca en las primarias. Entre los comentarios del equipo se incluyen las fechas de las peticiones, los actos de recaudación de fondos y la movilización de la comunidad.
Aún está por ver, sin embargo, cómo la comunidad latina de Filadelfia emitirá sus votos, dadas las dos latinas que compiten en esta carrera. En el evento de Colón, celebrado en una oficina inmobiliaria colombiana, también se centró en la búsqueda de una coalición diversa, además de contar con el respaldo de Ángel Ortíz, el primer concejal latino en la historia de Filadelfia.
Ortíz dijo a AL DÍA que había apoyado a Colón para el Ayuntamiento.
Una papeleta rica
Almirón, por su parte, atrajo a una multitud heterogénea de progresistas y moderados, entre ellos el representante estatal Danilo Burgos, Krasner, la candidata a la alcaldía María Quiñones Sánchez y la concejal del distrito 7 Quetcy Lozada.
Aparte de Burgos, que dijo a la multitud que estaba totalmente en la campaña, no se anunciaron más apoyos.
"Creo que es muy importante que la gente, en particular el campo de toda la ciudad, con mujeres altamente cualificadas, que se preparan para ejecutar una campaña que va más allá de la comunidad latina y hablar con los electores", dijo Quiñones Sánchez, cuya campaña a la alcaldía se está embarcando en un esfuerzo similar.
Quiñones Sánchez añadió que los esfuerzos del candidato tendrían que ser calculados.
"La ciencia que hay detrás de una carrera por la alcaldía significa que necesitas dinero, una buena posición en la papeleta y saber si puedes aprovechar esas relaciones para conseguir la victoria", dijo.
"Este ha sido el trabajo de nuestra vida", concluyó Quiñones Sánchez. "Esta campaña, y la posibilidad de que los tres estemos juntos en la papeleta, es un momento histórico, y no quiero perderlo de vista".
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