El gobernador de Florida, Ron DeSantis, estaba en un restaurante de barbacoa en el noreste de Florida desvelando una subvención de 4 millones de dólares para construir una planta de suministro de agua limpia en un parque industrial cercano, cuando surgió el tema de los resultados electorales de Colombia.

"Los resultados de esas elecciones han sido muy, muy preocupantes para la gente que cree en la libertad en el hemisferio occidental", dijo DeSantis en un golpe no tan sutil al recién elegido presidente colombiano Gustavo Petro.

Petro resultó vencedor en las elecciones presidenciales de Colombia, cuya segunda vuelta se celebró el domingo 19 de junio. Es el primer izquierdista que gana la presidencia en Colombia, y hereda un gobierno que, por primera vez en la historia del país, se inclina mayoritariamente hacia la izquierda.

Al ex guerrillero del M-19 -organización armada no marxista y de izquierdas que firmó un acuerdo de paz con el gobierno colombiano en 1990- le acompaña también la primera vicepresidenta afrolatina de la historia de Colombia, Francia Márquez. 

Ambos se presentaron con plataformas que pretendían empoderar a millones de campesinos del país que siguen siendo unos de los más desatendidos ante los continuos conflictos armados, promulgar una importante reforma industrial y volver a aplicar el acuerdo con las FARC de 2016 que ya se ha roto, entre otros cambios.

Ola de izquierdas en América Latina

La victoria de Petro y Márquez también marca otra victoria de la izquierda en toda América Latina en los últimos dos años.

Comenzó en Perú en julio de 2021, cuando el país eligió a Pedro Castillo, un antiguo profesor y luchador por la gente que vive en el Perú rural. Chile fue el siguiente en diciembre de 2021, cuando eligió a Gabriel Boric, de 36 años, antiguo líder estudiantil de las protestas gubernamentales del país en 2012 y 2013, como su presidente más joven de la historia, y el líder estatal más joven del mundo. En enero de 2022, Honduras eligió a Xiomara Castro, la primera mujer presidenta en la historia del país y la primera elegida fuera del sistema bipartidista hondureño desde la restauración de la democracia en 1982.

La elección de Petro y Márquez en Colombia es la siguiente en la línea de tiempo, y podría ser seguida en octubre de 2022 por la restauración de Lula Inácio Lula da Silva (Lula para abreviar), antes encarcelado, a la presidencia si vence al titular Jair Bolsonaro.

Ese importante giro a la izquierda en América Latina ha proporcionado munición a los republicanos en Estados Unidos, como DeSantis, para apelar a los votantes latinos en Estados Unidos que huyeron de países que fueron comunistas, o que están actualmente bajo regímenes autoritarios, como Venezuela.

En Florida se encuentran algunas de las mayores poblaciones de estos votantes latinos, concretamente de países como Cuba y Venezuela. La población colombiana se cuenta por cientos de miles.

"Hemos estado con la gente aquí en Florida que tiene vínculos con Colombia. Hemos tenido una gran relación con Colombia como estado. Todos esperábamos que el resultado fuera diferente", dijo DeSantis.

Continuó denunciando la eliminación de las FARC de la lista de organizaciones terroristas del Departamento de Estado por parte del presidente Joe Biden, diciendo que "envalentonará a los grupos terroristas en toda América Latina, dará poder a los narcotraficantes y allanará el camino para el castrochavismo en Colombia".

Este último ataque a la política latinoamericana tampoco es una novedad para DeSantis. En 2019, recibió información actualizada sobre los disturbios que ocurren en Venezuela bajo el presidente Nicolás Maduro. Su compañero en la administración pública de Florida, el representante Rick Scott, fue más allá e incluso sugirió invadir el país en ese momento.

Una retórica poderosa

odo rodea la misma retórica anticomunista y antisocialista utilizada por los republicanos durante las elecciones de 2020 para atacar al presidente Joe Biden en lugares como el sur de Florida. Las campañas de desinformación también proliferaron en las comunidades de habla hispana que difundieron mensajes similares. El resultado, aunque Biden siguió siendo el vencedor en los centros urbanos (pero perdió el estado de Florida a manos de Trump), los márgenes de victoria fueron mucho más pequeños en comparación con la actuación de Hillary Clinton frente a Trump en 2016.

El poder de la retórica se extiende incluso a los líderes demócratas de Florida. Aunque no avergonzaron a Petro por su victoria, los que sí lo reconocieron adoptaron un tono neutral.

"Respeto la voz del pueblo colombiano que ha elegido a su nuevo presidente a través de elecciones democráticas. Sin embargo, me preocupa que el nuevo líder electo, Gustavo Petro, se haya alineado en el pasado con las políticas de los Castro, Hugo Chávez y Nicolás Maduro, que tanto dolor y sufrimiento han traído a los cubanos y venezolanos", dijo Manny Díaz, presidente del Partido Demócrata de Florida, en un comunicado del Florida Phoenix.

Janette Taddeo, miembro demócrata del Senado de Florida con raíces colombianas, dijo a WLRN que "respeta el voto muy demócrata en Colombia".

"Pero tenemos que asegurarnos de que se respete la Constitución, los derechos de propiedad y otras cosas", continuó Taddeo.

Biden también ha tratado de hacer un acto de equilibrio con su política exterior hacia Cuba y Venezuela con diferentes grados de éxito cuando se trata de los votantes latinos en Florida.