Luego de un lento conteo de votos, pero con la luz verde otorgada por su rival Nasry Asfura y por Washington, Xiomara Castro, primera dama entre 2006 y 2009, se convirtió en la primera presidenta en la historia de Honduras.

Castro, con quien la izquierda regresa al poder del país centroamericano después de 12 años, llega a la presidencia en un difícil momento para la nación, la cual atraviesa por las crisis de la pandemia y la migración masiva, así como por las denuncias de tráfico de drogas y corrupción en contra del mandatario saliente Juan Orlando Hernández, cuyo hermano fue condenado a cadena perpetua en Estados Unidos por cargos de narcotráfico.

La licenciada en administración de empresas nació en 1959 y a los 16 años se casó con su primo Manuel Zelaya, en compañía de quien se dieron a conocer en el ámbito de la política nacional y quien alcanzó la presidencia.

Luego de que Zelaya sufriera un golpe de estado en julio de 2009, la hoy presidenta lideró activamente el movimiento que pedía la restitución de su esposo en el poder, siendo la cara más visible del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP).

En medio de la defensa de su esposo, Castro empezó a ser vista por sus oponentes políticos como una figura a tener en cuenta en medio de la contienda electoral. En 2012 se lanzó por primera vez a la presidencia, perdiendo ante el saliente Juan Orlando Hernández, quien en 2017 también la había derrotado cuando se presentara como la compañera de fórmula de Nasralla. 

Tras ser una de las más críticas del resultado del último proceso electoral, donde a pesar de que la Constitución hondureña no permitía la reelección, se le dio luz verde a Hernández, quien además ganó por un estrecho margen, Castro anunció a finales del 2020 sus renovadas aspiraciones presidenciales, usando como bandera la denuncia por corrupción y narcotráfico del gobierno saliente.

La primera mujer en ocupar el cargo público más importante de Honduras, acusada por sus opositores de querer llevar el comunismo al país centroamericano, se posesionará oficialmente el próximo 27 de enero.

Xiomara Castro asume así el poder en uno de los países con mayor criminalidad y pobreza del continente, poniendo fin a 12 años de manejo conservador y dándole de nuevo el poder a la izquierda, aunque como lo manifestó con su rival Nasry Asfura, el llamado del nuevo gobierno es a la unión de todos los sectores. "Vamos a formar un gobierno de reconciliación, de paz y de justicia. Vamos a iniciar un proceso para garantizar una democracia participativa, una democracia directa”, subrayó Castro cuando su ventaja empezó a consolidarse el pasado domingo.