La vicegobernadora de Florida, Jeanette Nuñez, suscitó críticas a mediados de agosto tras su aparición en Actualidad, un medio digital y programa de radio en español, donde reafirmó que los inmigrantes cubanos serían enviados al norte, a Delaware, el estado natal del presidente. 

"Esos números que han llegado a través de la frontera desde Cuba, pueden estar completamente seguros de que donde quieren llegar, el lugar final al que quieren ir es Florida", dijo Núñez, que es ella misma hija de exiliados cubanos. 

Lea una parte de la transcripción traducida. 

Los comentarios de Nuñez son una continuación de los mensajes de su jefe en abril, cuando condenó la decisión de la administración de poner fin al Título 42, una política de la era del COVID que prohibía la entrada en la frontera para responder a la actual crisis sanitaria que barrió la nación. Dio la rueda de prensa en Naples (Florida) después de firmar la ley No Patient Left Alone (No se deja a ningún paciente solo). 

"Si Biden está echando a la gente, que es lo que ha hecho, la llevan en avión a las dos de la mañana", dijo DeSantis. "No lo han hecho últimamente, pero lo hicieron hace muchos meses. Ahora tenemos dinero para poder redirigirlos a estados santuarios como Delaware, y vamos a hacer eso para asegurarnos de que mantenemos a la gente segura aquí."

Núñez, al abordar la misma pregunta, dijo que trabajaron con la legislatura del estado para asegurar la financiación y transportar sistemáticamente a los cubanos que llegan a Delaware a medida que entran en el estado. No se menciona cómo se desarrollaría operativamente ni a qué se destinaría el dinero de los contribuyentes para financiar este evento. 

El mensaje radial desató la indignación de sus opositores demócratas, quienes salieron a las plataformas públicas a denunciar al mandatario de Florida.

"La propuesta del gobernador DeSantis de transportar por la fuerza a los refugiados cubanos fuera de Florida es imprudente, inhumana y una traición a nuestros valores más profundos como estadounidenses", escribió Charlie Crist, el candidato demócrata a la gobernación. 

Nikki Fried, Comisionada de Agricultura de Florida, calificó los comentarios de "tremendamente inapropiados".

Las últimas declaraciones de DeSantis sobre la inmigración siguen una pauta similar a la de los gobernadores Greg Abbott y Doug Ducey, ambos republicanos de Texas y Arizona, que han enviado refugiados en masa a Washington D.C. y Nueva York. 

Según los últimos informes de Reuters de finales de julio, Abbott envió hasta 6.000 migrantes a D.C., mientras que Ducey ha enviado aproximadamente 1.000. También se enviaron más refugiados a Nueva York, lo que provocó la respuesta de los líderes políticos de los bastiones demócratas.

"Nuestros esfuerzos colectivos de respuesta y servicio se han visto desbordados", dijo la alcaldesa de D.C., Muriel Bowser, al tiempo que subrayó que el aumento del volumen de llegadas ha alcanzado un "punto de inflexión". Solicitó la intervención de la Guardia Nacional, pero ésta denegó la petición, alegando que los estados ya han recibido fondos suficientes para maniobrar. 

El alcalde de Nueva York, Eric Adams, dijo que recibiría a las familias al recibirlas en la terminal de autobuses donde llegaron los refugiados.

 "Vamos a enviar el mensaje correcto, el tono correcto aquí para estas familias", dijo el alcalde.

Todos los líderes expresaron también su opinión sobre la estrategia republicana de desviar la crisis migratoria a otros estados, citando a los migrantes como peones políticos para enviar un mensaje a la administración de Biden. 

Hasta el momento, el Presidente no ha intervenido, aunque la respuesta federal a través de la Guardia Nacional puede ser una señal de la posición de la administración al respecto.