Foto 1: Santuario de flora y fauna Los Flamencos. Fuente: Lorena Velasco ProColombia

En este artículo, hago referencia al departamento de la Guajira, la tierra del pueblo Wayuú que es mar azul, desierto, salinas, y el Santuario de flora y fauna Los Flamencos. También, les contaré de volcanes de ceniza y lodo del Caribe, de Aracataca que vio nacer al Nobel Gabriel García Márquez, de Plato, el pueblo en donde nació la leyenda del hombre caimán, de Cartagena y Santa Marta. dos emblemáticas ciudades del Caribe

El “desierto de la Guajira” son cientos de kilómetros, enclavados en una península entre el Mar Caribe y la frontera con Venezuela. En este desierto-mar, habita el pueblo indígena Wayuú, conocido como los “Hijos del sol y de la luna” y quienes conserva su cosmovisión y legado cultural. La Unesco reconoció la Justicia Wayúu, como Patrimonio Cultural Intangible de la Humanidad en 2010.

Foto 2. Escena de la película “Pájaros de verano”. Fuente Emanuel Rojas

Dos bellas películas colombianas, premiadas en varios festivales internacionales, nos recrean la cultura Wayúu: “La Frontera” del director David David, 2019, enfatiza en la solidaridad y fortaleza de los Wayúu, en la maternidad y sobre el poder femenino encarnado en Diana una mujer indígena. “Pájaros de verano” película dirigida por Cristina Gallego y Ciro Guerra, 2018, desde una poética belleza nos recrea los orígenes descarnados del narcotráfico en Colombia y el impacto sobre el pueblo Wayúu. En la película, una familia Wayúu vive en carne propia las consecuencias del choque entre la ambición y el honor. Su cultura, sus tradiciones y sus vidas serán amenazadas por una guerra alrededor de la bonanza marimbera entre hermanos. 

El Cabo de la Vela es un pequeño poblado, sitio sagrado de los indígenas Wayuú, llamado “Jepirra”, que en su cosmovisión significa espacio sagrado donde los espíritus de sus difuntos llegan para hacer su tránsito hacia «lo desconocido». El lugar es conocido por tener las condiciones ideales para la práctica del kitesurf con una marea un tanto brava y condiciones ideales de viento. En el Cabo de la Vela, también, se encuentran playas de arena blanca, mar azul intenso y el “Pilón de Azúcar”, una colina cuya cima parece alzarse a kilómetros de distancia pero que se sube a pie en no más de quince minutos. En lo alto de esta pequeña montaña, es en donde se sienten con mayor fuerza las ráfagas de viento 

El Faro de Punta Gallinas es considerado el punto más al norte de Sudamérica. Está “perdido” en medio del desierto, solo se puede llegar en camionetas 4×4 atravesando paisajes impresionantes. En este lugar, se ubican las dunas de Taroa, inmensas montañas de arena ocre que literalmente caen al mar Caribe y Bahía Honda, maravilla natural que es un afloramiento marino en el desierto, con paisajes y contrastes de color espectaculares. Sus aguas tranquilas propician la llegada de cientos de flamencos. 

Foto 3. Dunas de Taroa en Punta de Gallinas, Guajira, Colombia. Fuente: https://blog.chapkadirect.es/tour-por-el-desierto-de-la-guajira-en-colombia/

El Santuario de Flora y Fauna Los Flamencos, son siete mil hectáreas con ecosistemas de humedales conformados por lagunas costeras, manglares y vegetación seca (xerofítica y subxerofitica) que constituyen el hábitat principal de especies de fauna y flora nativa y endémica y son ecosistemas que proveen bienes y servicios ambientales a las comunidades étnicas que habitan el territorio.

Volcanes de lodo y/o de ceniza del Caribe: Entre estos, - el volcán del Totumo es un cono volcánico lleno de lodo, que se encuentra ubicado la zona rural del municipio de Santa Catalina, en el departamento de Bolívar, junto a la Ciénaga del Totumo y cerca de la frontera con el departamento del Atlántico; - el volcán de lodo y ceniza en Valencia, Córdoba; - Volcanes de lodo en Montería y en Puerto Escondido, Córdoba; - Volcán de Lodo El Tesoro en San Antero, Córdoba.

Foto 4. Volcán de lodo el Tesoro, San Antero, Córdoba. Fuente: Angela Aldisaldes Martínez

Cartagena de Indias. A orillas del Mar Caribe, es la puerta de entrada a Suramérica. Ciudad amurallada, de historias de Resistencias en la lucha de independencia de Colombia. Por su belleza con calles y casas coloniales, sus playas y su gastronomía, fue  declarada Patrimonio Histórico de la Humanidad por la Unesco en 1984.

Foto 5. Cartagena Fuente: https://www.istockphoto.com/es/foto/horizonte-urbano-de-la-ciudad-de-cartagena-de-indias

Foto 6. El Rodadero-Santa Marta. Fuente https://www.istockphoto.com/es/foto/playa-en-santa-marta-colombia. Aracataca, siempre fue Macondo, pueblo donde nació, vivió y sintió el realismo mágico Gabriel García Márquez.

Santa Marta. Ubicada, en el mar Caribe, a 1 hora de Cartagena, fue el primer asentamiento español en Colombia. Conocida desde la época de la Colonia como la “Perla de América”, por sus maravillosos paisajes naturales, sus aguas cristalinas y sus playas paradisíacas. Algunas de las mejores playas de Santa Marta se encuentran en el Parque Nacional Natural Tayrona: Cabo San Juan, Bahía Concha (un hermoso balneario con cabañas y restaurantes), Neguanje y Cañaveral, donde hay una excelente zona de camping. La época recomendada para viajar es diciembre a abril, aunque por ejemplo, la Fiesta del Mar, a mitad de año, marca otra excelente temporada para gozar de Santa Marta, sus tradiciones y todo el sabor Caribe. (https://colombia.travel/es/santa-marta#)

Foto 7. Casa del telegrafista en Aracataca-Magdalena. Fuente: https://www.rolombiantravel.com/aracataca

Foto 8. Aracataca-Magdalena. Fuente https://stock.adobe.com/es/search?k=aracataca

Foto 9. Lucía Vásquez Celis y dos amigas en Aracataca. 2023. Autoría propia

Plato-Magdalena. En este pueblo, surgió la leyenda del hombre-caimán, según la cual, Saúl Montenegro, se desplazó a la Alta Guajira para que un brujo le preparara una pócima que le convertiría temporalmente en caimán, de manera que así las bañistas no sospecharían de él y podría admirarlas desnudas a voluntad. El brujo preparó dos pócimas, una roja que le convertiría en caimán y una blanca que le volvería hombre de nuevo. Durante un tiempo Montenegro disfrutó de su nuevo 'superpoder', tomando unas gotas del brebaje e introduciéndose en el río para espiar a las mujeres.

Generalmente le acompañaba un amigo que era el que le daba la pócima blanca, pero un día no pudo acudir y le acompañó otro amigo, que al ver cómo se convertía en caimán se asustó, dejando caer la botella blanca con el líquido que lo convertía en hombre de nuevo. Antes de derramarse por completo, algunas gotas del líquido salpicaron la cabeza de Saúl pero no el resto de su cuerpo, por lo que quedó eternamente convertido en un ser extraño, mitad humano, mitad caimán”. (https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2021-05-24/leyenda-hombre-caiman)

El Caribe colombiano es una región paradisiaca, mágica y privilegiada por su abundancia de ecosistemas, recursos naturales, arraigo y diversidad cultural, entonces, por qué la violencia en esta región?

La Comisión de la Verdad de Colombia señala: El modelo socioeconómico predominante de ganadería se estableció en la región Caribe y se perpetúa hasta nuestros días, “como fuente de riqueza y control social, con arraigó en la cultura, la sociedad y las relaciones de poder”. El resultado de este proceso ha sido instituciones estatales funcionales a los intereses y privilegios de las elites, mientras que los derechos de los sectores populares no reciben igualdad de trato, ni de garantías y protección por parte del Estado. La idea de -La Hacienda –entendida como una “máquina de poder”- trascendió el mundo rural y se consolidó como una cultura política en la dinámica urbana del Caribe, con fuerte influencia en los espacios socioeconómicos; Su figura de “gamonalismo", trascendió el ámbito local hacia redes regionales de poder, configurando un entramado estatal y elitista de amplios tentáculos. De dicho entramado, surgen y se mantienen mayores exclusiones y violencias contra sectores de la población que resisten al modelo socioeconómico y político de la "hacienda ganadera latifundista"

De manera simultánea con el modelo de “Hacienda Ganadera” de grandes latifundios, en el Caribe se registran, la expansión de monocultivos agroindustriales; modelos extractivista mineros; la expansión de economías ilícitas; modelos de economía de subsistencia de campesinos, indígenas y afrodescendientes y condiciones de pobreza multidimensional con índice superiores a los promedios de Colombia y que afecta a amplios sectores de las economías de subsistencia. Dichas situaciones, junto con la posición geoestratégica del Caribe que facilita el tráfico de armas, drogas y contrabando de mercancías, convierten esta región en continuum de violencias por su control territorial. 

A pesar de la violencia, amplios sectores de Colombia y sus regiones buscan caminos de esperanza y están comprometidos en avanzar hacia la construcción de la Paz. Acuerdos y compromisos en consenso y hacia la justicia social y ambiental, se consideran un camino difícil pero posible, en el mediano plazo.