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Women working can look forward to a bill that sees to increase their earning potential taking effect May 23. Photo courtesy: Creative Commons.
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¿Igualdad de remuneración para todos?

La nueva ley que busca la igualdad de pago para hombre y mujeres en Filadelfia entrará en efecto esta semana, a pesar de la oposición de los empresarios. Sin…

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Este 23 de mayo entra en vigencia la Ley de Igualdad de Remuneración de Filadelfia. Constituyéndose en un paso hacia la equidad salarial que ninguna otra ciudad en el país ha tomado, la ley prohíbe a las empresas indagar sobre la historia salarial de sus empleados potenciales.

La norma fue aprobada en diciembre de manera unánime por el Concejo de la ciudad y firmada por el alcalde en enero. Considerando que históricamente las mujeres han recibido menor remuneración por su trabajo que los hombres, quienes apoyan la medida sostienen que preguntar por la historia salarial puede perpetuar el ciclo de inequidad en en el desarrollo profesional de las mujeres.

La ley, impulsada por el concejal William Greenlee, no fue bien recibida por el sector privado. Empresas como Comcast se opusieron desde un principio a la norma, señalando que su implementación no solucionará el problema de la inequidad salarial.

Por su parte, la Cámara de Comercio de Filadelfia amenazó con demandar la medida puesto que, según la corporación, traspasa los límites legales de la alcaldía al pretender decirle a las compañías cómo deben calificar a los nuevos empleados.

En su momento, el alcalde James Kenney le dijo al Philadelphia Inquirer que el debate sobre esta norma “no puede ser una discusión de posiciones extremas, lo que es bueno para los ciudadanos de Filadelfia es bueno para los negocios también”.

Pero no todos están de acuerdo. Miguel Estrada, abogado de Comcast, aseguró al mismo medio que “no hay pruebas de que la prohibición de este tipo de preguntas contribuya de manera significativa a ponerle fin al problema salarial”.

En este punto es necesario resaltar que Filadelfia es pionera en aplicar una ley como esta a nivel de ciudad, considerando que a nivel estatal solo Massachusetts y California tienen legislaciones parecidas mientras que Washington apenas discute su propio proyecto y Nueva York acaba de aprobar una norma parecida.

Teniendo en cuenta que las mujeres ganan menos por cada dólar producido por los hombres, muchos creen que esta nueva ley no es suficiente, pero sí un paso en la dirección correcta.

En Filadelfia, las mujeres blancas ganan 79 centavos por cada dólar que gana un hombre, las afroamericanas ganan 68 centavos; las latinas, 56; y las asiáticas, 81.

Los números no sorprenden, pese a que muchos aspectos inciden en la brecha salarial, temas como el campo profesional y los prejuicios sexistas suelen determinar cuánto gana una mujer respecto a cuánto gana un hombre.

Judith Levine, profesora de Sociología y Estudios de Género de la Universidad Temple, afirmó que hay que mantener la cautela frente a una ley como esta. “Aunque es una ley fantástica, no creo que vaya a resolverlo todo. Creo que es una ley que tendrá grandes efectos en los empleados profesionales, más que en los empleados de menor ingreso”, afirmó la académica.

La razón, según Levine, es que las tarifas por horas de quienes reciben salario mínimo no serán afectados mientras que los salarios fijos cambiarían drásticamente.

En términos de impacto en salarios profesionales, Levine asegura que el impacto de la ley podría ser significativo al evitar que las mujeres deban trabajar el doble para igualar el salario de sus compañeros. “Muchas investigaciones concluyen que las mujeres son devaluadas en el mercado laboral y que por lo tanto les ofrecen salarios menores. Las mujeres también tienden menos a negociar su remuneración y cuando lo hacen son percibidas como si fueran prepotentes o inapropiadas”.

Por esas tres razones, declara Levine, las mujeres ganan menos que los hombres en el mismo tipo de trabajos. Pero Levine está segura al insistir en que las diferencias salariales entre hombres y mujeres se deben a muchos factores. “Existen también otras causas para la inequidad salarial entre hombres y mujeres dentro del mercado laboral, que no tienen que ver con el salario inicial ni con la negociación, se trata de la segregación sexual laboral. Las mujeres y los hombres son socializados para hacer distintos tipos de trabajos”.

Pero este hecho no quiere decir que las mujeres solo ganan menos que los hombres cuando realizan el mismo trabajo. Según un estudio realizado en 2013 por la Asociación Americana de Mujeres Universitarias las mujeres ganan 6.6% menos que los hombres en sus primeros años laborales en general. Los números se sostienen aún cuando se cambian variables como las demografías personales, la ocupación, la pensión universitaria, horas trabajadas y la ubicación. En conclusión, el género es la fuente de la diferencia salarial per se.

Así que aunque la ley solo cobije a las mujeres profesionales y no a quienes dependen de un salario mínimo, lo cierto es que es un paso importante para cerrar la brecha y generar a largo plazo un cambio real. “Sé que no esta ley no tiene la historia suficiente como para conocer sus efectos (…) No sé cómo alguien puede afirmar que no tendrá alguno. Quizá esa sea la razón fundamental para creer que sí lo tendrá”, concluyó la especialista.