WATCH LIVE

LIVE STREAMING
Alfredo Aguilar opened his restaurant, Las Cazuelas in September 1999. Photo: Las Cazuelas.
Alfredo Aguilar abrió su restaurante Las Cazuelas en septiembre de 1999. Foto: Las Cazuelas.

El boom de Alfredo Aguilar y su restaurante, Las Cazuelas, no lo frena ni el COVID-19

Ubicado en Northern Liberties, este restaurante especializado en comida tradicional mexicana logró sobrevivir a la pandemia gracias a su comedor exterior y el…

MÁS EN ESTA SECCIÓN

Dia de los Veteranos EEUU

¡Alerta mundial climática!

2024: el año más caliente

Noticias Sostenibles:

El nuevo Nobel de Economía

La IA y el Nobel de Física

¿Quién quiere ser el jefe?

¿Adiós al trabajo remoto?

COMPARTA ESTE CONTENIDO:

 

El restaurante Las Cazuelas, ubicado en Northern Liberties, lleva más de dos décadas sirviendo comida callejera mexicana de Puebla, la ciudad natal de Alfredo Aguilar.

El restaurante se ha dedicado a satisfacer el apetito de los locales con ganas de burritos, tacos y mucho más.

La madre y el padre de Aguilar le enseñaron a hacer auténtico mole poblano cuando era joven y eso lo inspiró a abrir su propio restaurante muchos años después.

“Cuando era niño, solíamos vender comida en nuestro vecindario en los días que había muchos eventos”, explicó Aguilar en una entrevista reciente con AL DÍA News.

Sus vecinos se quedaban asombrados con las habilidades culinarias de la familia y les decían siempre que abrieran un restaurante.

"La verdad es que no les prestamos atención", dijo.

Después de graduarse en una escuela secundaria católica romana, Aguilar no sabía que quería estudiar exactamente. Dudaba, porque su familia no podía permitirse enviarlo a la universidad.

“Terminé solicitando un trabajo de lavaplatos”, recordó.

En el proceso de aplicación para el puesto, Aguilar tuvo la suerte de hablar con el jefe de cocina del restaurante, que también era  mexicano.

“Me preguntó de dónde era y le dije que era de México”, dijo Aguilar.

Poco se imaginaba entonces que tenía una gran oportunidad por delante. En lugar de lavaplatos, acabó consiguiendo un puesto de preparador de platos.

“Realmente no quería ser preparador, pero el jefe de cocina del restaurante estaba decidido a ser mi mentor, así que decidí hacerlo”, dijo.

Años después de trabajar como preparador de alimentos, Aguilar se convirtió en el jefe de cocina cuando su mentor se retiró. Luego fue a la Universidad Estatal de San Diego para estudiar artes culinarias, con la matrícula pagada por su empleador en ese momento.

Cuando Aguilar regresó a Filadelfia, trabajó como gerente en el Hometown Buffet de Roosevelt Blvd.

“No estaba tan seguro de que conseguiría mi nuevo trabajo, pero cuando fui a la entrevista, el gerente me preguntó de dónde era, yo le dije, México, y él respondió: 'Está bien, estás contratado'”, dijo Aguilar. “Me quedé confundido, pero él me dijo que somos muy trabajadores, me dijo el sueldo y yo acepté”.

Gracias a las muchas habilidades que aprendió mientras asistía a la universidad, Aguilar empezó a soñar con tener su propio restaurante.

Un día encontró un local que le gustaba -dos casas juntas -y se pasó meses reformándolo para convertirlo en un restaurante con un encanto arquitectónico mexicano.

“Cuando abrimos, las cosas iban bien, había cola en la puerta”, dijo.

Un año después de su apertura, el negocio de Aguilar recibió excelentes críticas del crítico gastronómico de Philadelphia Inquirer, Craig LaBan, que puso su restaurante en el mapa como un enclave imprescindible de la escena gastronómica de la ciudad.

Poco después, Aguilar agregó otros platos originales al menú de su restaurante, incluido el ceviche de camarones, elaborado con camarones de cultivo cocidos en jugo de limón, tomates, cebollas, cilantro y aderezado con aguacate.

“Queríamos que los clientes vieran que tenemos algo más que tacos y burritos”, dijo Aguilar.

Aguilar, su familia y su equipo de trabajadores dedicados superaron muchos obstáculos el año pasado cuando la pandemia de COVID-19 azotó Filadelfia y provocó el cierre de miles de pequeñas empresas. El propio Aguilar contrajo el virus.

Admitió que el momento fue uno de los momentos más aterradores de su vida.

“Estuve en el hospital durante un mes”, dijo Aguilar.

Después de superar el virus, pasó días desinfectando cada rincón de su restaurante para garantizar la seguridad de su personal.

El restaurante de Aguilar, igual que muchos otros en la ciudad, sobrevivió a la pandemia gracias a trabajar con diferentes servicios de entrega a domicilio como GrubHub, UberEats y DoorDash, y las cenas al aire libre.

A partir de ahora, el espacio está abierto y listo para recibir invitados con ganas de elote asado, camarones chipotle y chile relleno.

Asegúrese de consultar otros platos deliciosos preparados por el chef Aguilar antes de reservar su mesa.