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Vanessa in Washington D.C.
El consejo de Velásquez a los estudiantes universitarios es que no tengan miedo de aprovechar una oportunidad aunque no estén seguros de ella. Crédito de la foto: Peter Fitzpatrick.

Vanessa Velazques llegó a la Casa Blanca y no mira atrás

Tras trabajar como becaria para Amazon y beneficiarse del HSF, Vanessa Velásquez comparte con nosotros su experiencia como becaria en Washington D.C.

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La madre de Vanessa Velasquez emigró de Colombia embarazada, soñando con ofrecer a su hija todas las mejores oportunidades. Velásquez nació y creció en Vero Beach, Florida, y siempre fue muy activa. Creció jugando al fútbol, bailando ballet, haciendo teatro y trabajando como voluntaria en la comunidad. 

Como hija única, Velásquez y su madre estaban solas. Su fuerte relación con su madre es la razón por la que hoy es una mujer independiente. Su madre la mantenía ocupada para que tuviera el mayor contacto posible con lo que le apasionaba en la vida. 

"Mi madre es mi mejor amiga, de quien saco inspiración y motivación", dice Velásquez. 

Seleccionada para la Beca de la Casa Blanca, Velásquez trabaja ahora para el Departamento de Marina de Estados Unidos, algo que nunca habría imaginado. Cumplir su sueño de ayudar a los demás y hacer que su madre se sienta orgullosa de ella es algo por lo que ha luchado toda su vida. 

"Me sentí tan poderosa al saber que la hija de una inmigrante colombiana llegó a la Casa Blanca", dijo. "Mis antepasados ni en sus sueños más salvajes pensarían en ello". 

Su camino hacia este papel empezó hace unos años, cuando asistía a la Universidad Estatal de Mississippi (MSU) como estudiante universitaria. A la pregunta constante de por qué ella, una latina, fue a un entorno tan poco diverso, Velásquez explica que le pareció lo correcto. Quería salir de Florida para experimentar nuevas oportunidades y se enteró de la existencia del magnífico programa de negocios internacionales de la MSU. 

Aunque fue una transición difícil al principio, ya que Velásquez pensaba que estaba preparada para tener plena independencia, tuvo que aprender a adaptarse. Para su sorpresa, la gente estaba abierta a aprender sobre su cultura y esos terminaron siendo los mejores cinco años de su vida, como ella lo describe. "Como me sentía tan incómoda, eso me empujó a descubrir quién era en el fondo", afirma.  

Disfrutar de todas las oportunidades  

Velásquez es beneficiaria del Hispanic Scholarship Fund (HSF) y atribuye a la organización el mérito de haberla llevado hasta donde está hoy. 

Además de la ayuda económica, el HSF ha desempeñado un papel especial en la vida y la carrera de Velásquez, ya que le ha servido de consejero. Al crecer en un barrio de blancos y sin hermanos, no tenía a nadie como ella de quien aprender.

Asistir a las conferencias del HSF le permitió conocer a otros latinos de éxito que acabaron convirtiéndose en su sistema de apoyo. Velásquez se encontraba por fin en un entorno en el que sentía que podía ser ella misma de forma verdadera y auténtica. "Para mí, HSF no tiene nada que ver con el dinero", dijo. "Se trata más de la comunidad, la red y la capacidad de devolver". 

El Presidente y Director General de HSF, Fidel Vargas, fue quien compartió un consejo que ha acompañado a Velásquez a lo largo de su carrera: probar siempre cosas nuevas. "No sabes si no te gusta hasta que lo pruebas".  

Bajo este mantra, aceptó una oportunidad para trabajar en Amazon como becaria de operaciones: un puesto del que no sabía nada.  

Recién salida de la universidad y dirigiendo un equipo de 80 personas -sobre todo siendo una minoría en el entorno laboral- fue una experiencia especialmente desafiante. Luego pasó a la sede corporativa de la empresa, centrándose en el compromiso con las empresas hispanas. En sus carteras, generó más de 20 millones de dólares en ingresos y dirigió proyectos por valor de más de 100 millones de dólares. Velásquez también tuvo una breve experiencia como Directora de Suministros Globales en Apple, ayudando a gestionar el abastecimiento de componentes para el iPhone.

Una beca en la Casa Blanca

Vargas fue quien presentó a Velásquez la oportunidad de la beca. En aquel momento, ella trabajaba en el sector privado, pero prestaba atención a los numerosos acontecimientos que ocurrían en el mundo: la pandemia del COVID-19, la desigualdad racial y los conflictos. 

"Simplemente sentí que quería contribuir más al país y tener la capacidad de ser un servidor público", dijo. "Siempre he sentido que mi propósito en la vida es ayudar a otras personas".

Solicitar la beca y superar el proceso no fue fácil. Implicó innumerables sesiones de entrevistas, ensayos y mucho trabajo para conocerse a sí misma. 

Un viaje con muchas dudas sobre sí misma, pero que le permitió ver todas las posibilidades de estar en este país, algo por lo que su madre siempre había trabajado. Ser aceptada fue una experiencia única. Pudo devolver algo no sólo a su familia, sino también a su comunidad.  

El Departamento de Marina no fue su primera opción cuando entró en el programa. Tuvo entrevistas de colocación con otros organismos y sus principales intereses eran los departamentos de transporte, asuntos internacionales y trabajo. 

No fue hasta que uno de los otros becarios le llamó la atención sobre la increíble experiencia que podría perderse en la Marina que le hizo darle una oportunidad. Además de ser uno de los mayores presupuestos del gobierno, Velásquez se dio cuenta de que podía aprender valiosas lecciones trabajando con Carlos Del Toro, Secretario de la Marina de los EE.UU., un cubano-americano que también tiene experiencia en el sector privado. 

Trabajando en el puesto desde hace más de seis meses, Velásquez ha ayudado a dirigir la iniciativa de educación relacionada con el departamento. Ya ha viajado por todo Estados Unidos y otros países y ha participado en importantes conversaciones con los principales líderes de la nación. 

"Es algo muy especial tener a alguien que me ve y me valora por lo que soy y piensa que tengo cosas importantes que aportar", dijo sobre su trabajo con Del Toro.

Ser líder

Velásquez siempre ha querido abogar por los que no tienen voz. En sus anteriores trabajos, siempre era ella la que ayudaba a otras compañeras latinas y pedía igualdad salarial. 

Precisamente porque siempre se asegura de decir que fue criada por una madre soltera, Velásquez entiende la importancia de abogar por otras mujeres y ayudarlas a alcanzar todo su potencial. 

Cumpliendo con el círculo de latinos que ayudan a latinos, la mamá de Velásquez fue quien le ofreció su apoyo y HSF para mostrarle el camino al éxito y ahora ella ayuda a otros a hacer lo mismo como mentora de HSF.  

Otro aspecto de su pasión por el liderazgo es la capacidad de entender de dónde vienen las diferentes ideas. 

Velásquez está agradecida por las oportunidades de vivir en Florida, Mississippi, Seattle y ahora Washington D.C. Le han permitido entender las perspectivas de la gente, una característica indispensable para convertirse en líder en este país, según ella. 

"Vivir en distintas partes del país me ha convertido en una líder más empática y me ha ayudado a entender cómo funciona la gente y cómo reunir a personas de distintos espacios, comunidades y culturas", añade.