Ernest Robles falleció el mes pasado, el 5 de septiembre, a la edad de 92 años, a causa de un fallo cardíaco. En 1975 puso en marcha una iniciativa que más tarde se convirtió en el Hispanic Scholarship Fund (HSF), una subvención que apoya a los estudiantes latinos para que reciban una educación universitaria. Robles puso en marcha el fondo con una hipoteca de 30.000 dólares sobre su casa y, cuando murió, el fondo había concedido 700 millones de dólares en becas, según NPR. 

Nacido en la pequeña ciudad fronteriza de Pirtleville (Arizona), Robles se trasladó a Riverside (California) a una edad temprana. 

Robles luchó en la Guerra de Corea, trabajó como consejero y asesor de inglés como segunda lengua, y fue entrenador deportivo. Después se dedicó a la enseñanza y acabó siendo director de la escuela primaria Casa Blanca de Riverside. 

Según una columna escrita por Gustavo Arellano para Los Angeles Times, ya entonces Robles entregaba becas de 50 dólares a sus alumnos.

La escuela primaria Casa Blanca fue una de las últimas escuelas segregadas que se cerraron, y debido a su disertación doctoral sobre ella, Robles fue seleccionado por el Departamento de Educación de EE.UU. para viajar por el Sur luchando contra las escuelas segregadas. 

Cuando Robles se convirtió en administrador regional adjunto para la igualdad de oportunidades educativas del gobierno federal, se dio cuenta de la escasa representación de los latinos en la educación superior. 

Fue entonces cuando decidió crear el HSF. 

Empezó en un dormitorio de su casa, pero pronto tuvo que alquilar una oficina porque el negocio había crecido demasiado rápido. Al principio, Robles pedía un poco de dinero, pero en una década las empresas acudían a HSF preguntando cómo ayudar.  

La cuenta oficial de HSF en Twitter compartió un video sobre el legado de Robles a la comunidad latina, haga clic aquí para conocer más sobre sus contribuciones de toda la vida a la educación latina.