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El Departamento de Educación de Florida ha eliminado el 35 % del material de estudios sociales. Foto: Terry Vine/ Getty

La prohibición de libros en Florida continúa

María Vázquez, superintendente de Escuelas Públicas del Condado de Orange, en Florida, comparte el impacto y la ansiedad de los educadores.

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La educación se ha enfrentado a muchos retos en los últimos años. La polarización política en el mundo académico se ha convertido en una tendencia, con titulares de Florida llegando casi a diario, con agendas educativas WOKE a la cabeza de la mayor parte de la información disponible para el público propagando la “retórica ideológica”. 

En una entrevista con AL DÍA, María Vázquez, superintendente de las Escuelas Públicas del Condado de Orange (OCPS), en Florida, comparte el proceso de prohibición de libros, su impacto y la ansiedad de los educadores por garantizar su cumplimiento.

Controversia sobre el material de estudios sociales

El Departamento de Educación de Florida hizo un movimiento audaz la semana pasada al rechazar el 35 % de los libros de texto de estudios sociales presentados por los editores. En la revisión inicial, aprobó solo 19 de 101, “debido a material inexacto, error y otra información que no estaba alineada con la Ley de Florida”. También ha trabajado directamente con los editores, “que han actualizado sus materiales para cumplir con los rigurosos estándares de Florida”.

El gobernador Ron DeSantis ha hecho esfuerzos para restringir los materiales que se enseñan en las escuelas. La Ley HB 1467 eliminó libros de clase en los distritos escolares públicos para garantizar que estén libres de ciertas enseñanzas basadas en la raza y la pornografía. Además, puso en marcha la prohibición de libros de teoría crítica de la raza, estudios étnicos y, más recientemente, de estudios sociales.

Según un informe del The New York Times, una editorial omitió la raza al contar la historia de Rosa Parks en un libro de estudios sociales para alumnos de primer grado de Florida.

Según el Departamento de Educación de Florida, los ejemplos de material rechazado que hacen referencia a la justicia social, a la protesta y a otros contenidos “preocupantes” no se ajustan a la ley de Florida.

Otra razón para rechazar parte del material referido fue “lenguaje políticamente cargado al referirse a la Biblia hebrea”, “temas no solicitados” o “no apropiados para la edad”.

“Para mantener nuestros estándares excepcionales, debemos asegurarnos de que nuestros estudiantes y profesores dispongan de materiales de la más alta calidad, que se centran en hechos históricos y están libres de inexactitudes o retórica ideológica”, dijo Manny Díaz Jr., comisionado de Educación en un comunicado de prensa.

La prohibición de libros en OCPS

OCPS, el octavo distrito escolar más grande del país, ha prohibido cuatro libros más un quinto prohibido en las escuelas, lo que significa que el Comité de Revisión de Instrucción de la escuela debe eliminar el libro de su biblioteca. Los libros prohibidos son Gender Queer, This Book is Gay, Let's Talk About It, It's Perfectly Normal: Changing Bodies, Growing Up, Sex, Gender and Sexual Health y Shut Up!

OCPS tiene una población estudiantil de 209.069 alumnos, de los cuales el 44 % son hispanos. Por su parte, Vázquez se destaca por ser la primera superintendente hispana del distrito e hija de inmigrantes cubanos. 

Señaló que “queremos que nuestros padres participen en la educación de sus hijos. Creo que cuando la gente está preocupada, y yo también, es cuando se toman decisiones que afectan a todos los niños, que pueden no ser de la creencia de todos. Y ahí es donde vamos con nuestro mantra de ‘enseñar la norma’”.

Según un informe publicado por PEN America el año pasado, de los libros prohibidos entre julio del 2021 y junio del 2022, el 41 % aborda explícitamente temas, protagonistas o personajes secundarios destacados LGBTQ+; el 40 % contiene protagonistas o personajes secundarios de color; el 21 % aborda directamente la raza y el racismo, y el 22 % tenía contenido sexual.

“Según la ley, no deben estar en nuestras estanterías”, dice Vázquez, quien admite que “hay mucha ansiedad por parte de nuestros profesores en torno a lo que puede estar en su biblioteca, bibliotecas de aula y centros de medios de comunicación, y sería útil si el estado tuviera una lista”.

Ella señala que si los distritos proporcionaran una lista completa de los libros revisados y encontrados que “no pertenecen”, “podría haber más consistencia y menos miedo y ansiedad en torno a qué materiales de instrucción utilizar”.

‘Exponer a un niño’

La enmienda al proyecto de ley de “Derechos de los padres en la educación”, o tan infamemente conocido como el proyecto de ley “No digas gay”, exige que las escuelas notifiquen a “los padres de un estudiante si se produce un cambio en los servicios o la supervisión del estudiante en relación con su salud mental, emocional o física o su bienestar”. La escuela debe informar a los padres del niño en un plazo de seis semanas tras conocer la orientación sexual del estudiante. 

La Encuesta Nacional 2022 sobre la Salud Mental de los Jóvenes LGBTQ, de The Trevor Projects, encuestó a casi 34.000 jóvenes LGBTQ de entre 13 y 24 años en todo Estados Unidos, de los cuales el 45 % eran personas de color y el 48 %, transgénero o no binarios. La encuesta revela que el 45 % de los jóvenes LGBTQ consideraron suicidarse en el 2021. Casi 1 de cada 5 jóvenes transgénero y no binarios intentaron hacerlo. Por su parte, los jóvenes LGBTQ de color reportaron tasas más altas que sus pares blancos.

A Vázquez le preocupa que para las familias que no apoyaban la orientación sexual de sus hijos, “las escuelas eran el lugar donde podían tener esas conversaciones”.

Melanie Willingham-Jaggers, directora ejecutiva de GLSEN, una organización que defiende los derechos de los estudiantes LGBTQ+, condena esta retórica y afirma: "Los jóvenes LGBTQ+ de Florida se han enfrentado a ataques implacables de políticos extremistas que intentan silenciarlos, excluirlos y borrarlos. Basado en los más de 20 años de investigación que ha realizado la GLSEN, los jóvenes LGBTQ+ que asisten a escuelas con currículo inclusivo tienen GPA más altos, un mayor sentido de pertenencia, tienen más probabilidades de seguir una educación post secundaria, junto con muchos otros beneficios que promueven la educación a largo plazo, bienestar y logro. Nos solidarizamos con los jóvenes LGBTQ+ y los padres y educadores solidarios en Florida, y nunca dejaremos de luchar por entornos de aprendizaje seguros, inclusivos y afirmativos para todos los estudiantes.