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Aslyn Anaya Planas emigró de Puerto Rico a Filadelfia cuando apenas tenía 2 años. Ahora es una joven de 18 años que se prepara para adentrarse a la vida universitaria.
Aslyn Anaya Planas emigró de Puerto Rico a Filadelfia cuando apenas tenía 2 años. Ahora es una joven de 18 años que se prepara para adentrarse a la vida universitaria. Foto: Jensen Toussaint/AL DÍA News.

Aslyn Anaya Planas y la educación como puerta para el futuro

En honor a su esfuerzo y excelencia académica, Aslyn fue escogida por la Philadelphia Education Fund para recibir el Rising Star Awardees

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Aslyn Anaya Planas emigró de Puerto Rico a Filadelfia cuando apenas tenía 2 años. A pesar de que son pocos los recuerdos que guarda de su país natal, sus raíces caribeñas no se las arranca nadie.

Ahora, Aslyn es una joven de 18 años que se prepara para adentrarse a la vida universitaria. Fue admitida en todas las universidades que solicitó, decidiéndose por la Thomas Jefferson University en Filadelfia. Allí comenzará su carrera académica en pre-medicina (pre-med), convirtiéndose en la primera generación de su familia en realizar estudios universitarios.

En honor a su esfuerzo y excelencia académica, Aslyn fue escogida por la Philadelphia Education Fund para recibir el Rising Star Awardees, una beca que la ayudará a cubrir parte de su matrícula universitaria.

“Cuando apliqué a la universidad, fue difícil tratar de entender cómo funcionaba todo porque mi mamá nunca fue a una universidad. Ella no supo cómo ayudarme. Tuve que preguntarle a otras personas. Fue bien difícil, but I’m exited!”, aseguró Anaya Planas a AL DÍA durante la entrega oficial de su galardón, celebrado el pasado jueves en la Union League.

La misión de esta beca es crear igualdad de oportunidades para estudiantes destacados que muestren un balance entre su vida académica y su vida personal. Su enfoque mayoritario son los estudiantes de bajos ingresos, de color y los de primera generación en acceder a una universidad.

“Aslyn es extremadamente trabajadora y ha conseguido mantenerse en lo más alto de su clase, a la vez que compagina sus responsabilidades tanto en casa como en el trabajo. Es talentosa, cariñosa, intuitiva, dedicada y centrada en su búsqueda, lo cual es una cualidad rara e impresionante en un estudiante de secundaria. Aslyn es una persona realmente sobresaliente que impresiona a todos los que la conocen”, lee una de las recomendaciones que recibió Anaya Planas durante sus entrevistas previas con el jurado de la Philadelphia Education Fund.

Desde el pasado mes de septiembre, Aslyn comenzó a trabajar a tiempo completo en una tienda por departamento para ayudar a su mamá y a sus tres hermanos a salir hacia adelante. Actualmente, Aslyn es la única fuente de ingresos fija en su casa. El dinero restante, lo guarda para pagar sus estudios y hacer realidad sus sueños.

“Desde pequeña he querido salir del área en la que vivo con mi familia. Hay mucha violencia por drogas y violencia por armas de fuego. Mi motivación es poder sacar a mi familia de ahí para llegar a un lugar donde estemos feliz y seguros”, confesó Aslyn.

Aunque la joven recibió dos becas académicas, está necesitando de $5,000 adicionales para sufragar los costos totales de la matrícula. El plan de la joven es proseguir con la solicitud de becas y continuar con su trabajo para lograr financiar sus estudios.

“Para las minorías como nosotras, es un poco más difícil poder pagar todos los gastos universitarios. Lo mismo pasa con las becas, que suelen tener muchos requerimientos de experiencia y educación que hace que mucha gente no pueda aplicar o no los acepten. Yo creo que cuando vienes de dinero, ayuda mucho más al momento de lograr entrar a una universidad de calidad”, continuó la joven.

Estudio recomienda aumentar la matrícula de estudiantes hispanos en las escuelas de medicina

Si le preguntas a Aslyn sobre su futuro, te dirá con seguridad que quiere ser doctora en medicina y, posiblemente, futura ginecóloga. Sin embargo, reconoce que la disparidad racial que existe en el mundo de la medicina se ha vuelto un impedimento para las personas de habla hispana, pero sobre todo, para la mujeres latinas.

Según un estudio publicado por la Association of American Medical Colleges (AAMC), se necesitan 92 años para poder corregir el déficit de médicos hispanos en los Estados Unidos. Este estudio se basó en la demografía de la población estadounidense comparada con la fuerza de trabajo de los médicos en los Estados Unidos para los años 2010 y 2015.

“Ser latina y mujer es un impedimento porque no se ven muchas mujeres de color en la medicina. Además de que ser latina es más difícil ya que no nos dan el mismo trato en la medicina. Yo quiero cambiar eso”, añadió Aslyn.

Para proveer un mejor acceso a la atención médica, el estudio recomienda aumentar el número de solicitudes universitarias y la matrícula de estudiantes en las escuelas de medicina. De hecho, el tiempo de recuperación sería más corto si se triplica o cuadruplica el número de estudiantes de medicina negros e hispanos. De llegarse a multiplicar por cuatro, los años bajarían de 92 a unos 30 años o menos para ambos grupos.

“La diversidad racial y étnica entre los profesionales de la salud promueve un mejor acceso a la atención médica, mejora la calidad de la atención médica para las poblaciones desatendidas y satisface mejor las necesidades de atención médica de nuestra población cada vez más diversa. Si el objetivo es conseguir una plantilla de médicos diversa y representativa en el transcurso de nuestra vida, debe aplicarse un enfoque sostenido y polifacético que aborde tanto el tamaño del grupo de solicitantes de las facultades de medicina insuficientemente representado como el número de estudiantes de medicina y aprendices de postgrado insuficientemente representados”, recomienda la AAMC en su estudio.

Para el 2015, había un promedio de 20,349 estudiantes de medicina y 961,098 médicos en práctica de todas las razas y etnias. De esa cantidad, solo 1,232 eran estudiantes hispanos y 60,549 eran médicos hispanos. Basándose en la representación de hispanos a nivel poblacional, los investigadores esperaban 174,307 médicos hispanos, dejando un déficit de 113,758 médicos hispanos.

La AAMC prevé un déficit total de representación racial y de etnia de entre 37,800 y 124,000 médicos para 2034.

El estudio, titulado “The national deficit of black and hispanic physicians in the US and Projected Estimates of Time to Correction”, fue publicado el pasado 1 de junio de 2022. La investigación estuvo a cargo de: Héctor Mora, MD; Adetokunbo Abayemi, MD; Kevin Holcomb, MD y Maurice Hinson, MD.

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