Desde 2001, cuando el Índice de Precios de la Educación Superior (IPES) alcanzó el 6%, la tasa de inflación no había sido tan alta, según recoge Higher Ed Dive. 

Según datos de Commonfund, los gastos de las universidades alcanzaron el 5,2% en el ejercicio 2022. Si se compara con 2021, cuando la tasa de inflación fue del 2,7%, se aprecia un aumento significativo. 

Desde los años 80, Estados Unidos no había experimentado una inflación tan dramática. Por primera vez en casi una década, el Índice de Precios de Consumo (IPC) superó al IPCA, algo que no se considera normal según Commonfund. En 2022, el IPC superó al IPCA alcanzando un máximo del 7,2%. 

Sin embargo, la última vez que ocurrió, la diferencia entre ambos fue de solo el 0,1%, en 2013.

Higher Ed Dive señaló que el HEPI calcula la tasa de inflación para la educación superior basándose en los salarios, el coste de los servicios públicos, suministros y materiales, así como otros servicios. 

En 2022, los servicios públicos lideraron el aumento de costes del sector con un salto interanual del 43,1%, seguidos de los suministros y materiales, que subieron un 21,5%. En 2022, los servicios públicos se desviaron drásticamente de un aumento medio de cinco años de sólo el 9%. El coste de los suministros y materiales experimentó un salto similar sobre el aumento medio de cinco años del 6%, declaró Higher Ed Dive.

Este aumento repercutió en la vida de los estudiantes, por ejemplo, en el aumento de las matrículas en muchos colegios y universidades. Sin embargo, no compensó la diferencia entre la subida de los costes universitarios para las instituciones.    

Además de los estudiantes, el profesorado también se vio afectado. Sus salarios fueron los que menos subieron, sólo un 2,1%. La falta de aumentos significativos hizo que los salarios de los profesores a tiempo completo disminuyeran un 5% en 2021-22 tras ajustarse a la inflación, según otro informe de la Asociación Estadounidense de Profesores Universitarios.

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