Para Edwin Mayorga y los jóvenes latinos que forman el equipo de “Education in Our Barrios” (Educación en nuestros barrios) en Filadelfia, el aprendizaje empieza en casa, en el “barrio”. 

“El proyecto se basa en la idea de que nuestras comunidades, y la gente joven en particular, están en posesión de un conocimiento relevante. Nunca son una pizarra en blanco cuando llegan a clase”, dijo Mayorga, profesor asistente de estudios educacionales en Swarthmore College. 

Mayorga fue el primero en impulsar el proyecto Education in Our Barrios en el East Harlem  en 2013, mientras terminaba su doctorado en educación urbana en la City University de Nueva York. 

El objetivo de este proyecto de investigación participativa, explicó Mayorga, es crear una conexión entre el yo y la comunidad, permitiendo que los estudiantes “identifiquen su propia identidad y relación con la historia”. Mediante esta perspectiva también pueden explorar las historias de su comunidad y de la comunidad latina en los Estados Unidos, en un formato diseñado “para ayudarles a mantener sus raíces y desarrollar cierta conciencia sobre los problemas que moldean sus vidas”. 

Mayorga destacó que la metodología de investigación del programa, basada en la acción participativa, tiene una larga tradición tanto en América Latina como en América del Norte. 

Este año, el proyecto involucra a siete estudiantes de secundaria del Esperanza Academy, en el norte de Filadelfia, y del Furness High School, en el sur de la ciudad, además de seis estudiantes universitarios del Swarthmore College y del Comunity College de Filadelfia, que harán de mentores. 

El grupo ha centrado su investigación en la salud mental de las comunidades latinas. A finales de abril tienen previsto lanzar una encuesta entre jóvenes latinos entre 16 y 24 años con el objetivo de explorar el estado de su salud mental e identificar los factores de estrés en su vida y su sentido de identidad cultural, entre otros aspectos de salud mental y de conducta. 

“El objetivo en particular es compartir los resultados de esta investigación con la comunidad y usarlos como una forma para defender las políticas de cambio”, explicó Mayorga, añadiendo que la prioridad este año será “asegurar que los jóvenes latinos son tomados en cuenta en lo que concierne a salud mental y bienestar general”. 

Finalizada la encuesta, los jóvenes que participan en el proyecto Education in Our Barrios realizarán un brainstorming de ideas y soluciones en base a los hallazgos del estudio. 

Además, para Mayorga, el mentoreo que ofrecen los estudiantes universitarios añade otro elemento de valor al proyecto: 

“Los alumnos de secundaria pueden sacar mucho partido de alguien que es algo mayor que ellos”, dijo Mayorga. Añadió que el mentoreo permite añadir al proyecto aspectos como la preparación para la universidad y la orientación profesional. Actualmente, el grupo ayuda a estudiantes de secundaria - incluyendo estudiantes nacidos en EE. UU., documentados e indocumentados - a llevar el proceso de aplicación a la universidad, buscar oportunidades de ayuda financiera y realizar visitas a campus universitario. 

Mayorga espera que en el futuro el programa se expanda y continúe construyendo puentes entre esta “especie de división existente entre las comunidades latinas del norte y del sur” de Filadelfia, una realidad que él lleva constatando desde que llegó a la ciudad desde Nueva York, en 2014. 

Aunque el programa es relativamente nuevo, ya ha logrado un extenso impacto, dijo Mayorga, describiendo cómo algunos de los jóvenes que han participado en el programa durante los últimos tres años han regresado al proyecto como mentores y son capaces de “aprovechar y potenciar lo que ellos saben para enseñar a la siguiente generación de  jóvenes. 

“Para mi es algo muy vivificante”, concluyó.