Freddy Vega no es solo un obsesionado por la tecnología. Es además un apasionado por la educación, a pesar de los desafíos que esta actividad impone. Fundó Platzi, una de las más potentes plataformas de educación online; además de que ha logrado recaudar más de US$60 millones en una ronda B para financiar y hacer crecer sus operacones, ya más de cinco millones de personas dicen que han estudiado en la plataforma.

“La educación es algo muy difícil de lograr; es una cosa muy recompensante pero impresionantemente complicado”, dice, para luego explicar que “pocas personas realmente están dispuestas a invertir lo que sea necesario; la educación es un producto que tiene una perspectiva adversa de consumo en cuanto a que solamente comprar o invertir en educación no es suficiente. Después de hacer esa inversión, la siguiente inversión, que es mucho más difícil, es de tiempo y esfuerzo”.

Por eso para él resulta reconfortante haber sido reconocido en la primera versión de la Medalla de Educación para América Latina, otorgada en alianza por T4 Education y HP Inc. Un reconocimiento que recibió por delante de otros grandes de la educación en la región como la Universidad EARTH de Costa Rica, la Red Educativa Itínere de Argentina, Parceiros da Educação de Brasi, uPlanner de Chile y Aliat Universidades de México, entre otras.

“Recibir este reconocimiento de otras personas expertas en educación respecto a lo que nosotros hacemos en Platzi para América Latina es muy bonito. América Latina tiene una potencialidad en tecnología realmente que se puede hacer realidad”, explicó en diálogo con Al Dia News.

Sí, la educación exige de mucho esfuerzo. Pero también tiene recompensas superiores a muchas otras actividades. Según Vega, “lo que hemos visto en Platzi es que cuando las personas estudian entre una o dos horas al día a lo largo de un año es prácticamente una garantía de que sus ingresos van a crecer y la gente puede tener crecimientos desde el 54% hasta 10 ‘X’ lo que ganaba. Eso suena muy rimbombante e increíble, pero no es tan increíble en América Latina”.

En la región, el sueldo mínimo promedio es más o menos de US$300 al mes y el 50% de los estudiantes de Platzi llegan a la plataforma ganando esa cantidad.

“Después de estudiar un año con nosotros y dedicándole una o dos horas al día durante ese año lo cual suena sencillo, pero es bastante compromiso, estas personas pueden llegar a ganar entre 1.000 a 5000 dólares con 3.000 dólares en una desviación estándar arriba. Esto significa que sí es posible hacer ese 10 ‘X’. Pero incluso cuando solamente ganan 1.000 dólares, eso es más de tres veces lo que estaban ganando antes”, aseguró.

Su apuesta por la tecnología tiene todo el sentido. “Esta industria siempre está en constante movimiento y en constante cambio y por lo mismo es una industria que no garantiza el empleo a las personas que se quedan quietas, pero que garantiza la necesidad de contratación a las personas que con mucha inquietud están constantemente aprendiendo; es de las industrias que más vive la idea del aprendizaje sin parar y hay mucha demanda en la industria de tecnología no solamente en América”.

Vega dice que ninguna industria ofrece tantas posibilidades, lo que hace fácil para cualquier personas capacitada encontrar trabajo. “No conozco una industria con tan bajas barreras de entrada y con tan alta compensación como la industria y la tecnología”.

Y la pertinencia

Uno de los desafíos para las instituciones educativas hoy es la de la pertinencia: ofrecer a los educandos programas que les permitan trabajar en las tareas donde realmente son necesarios. Es decir, que haya match entre la oferta de puestos de trabajo y las habilidades que los estudiantes desarrollan con un programa determinado.

“Queremos constantemente mostrar a la gente lo nuevo que viene y que estén preparados y dispuestos a experimentar. Respecto de los cambios en el mercado hay dos actitudes: una actitud como de derrota del tipo ‘otra vez me toca aprender algo nuevo’; esto es distinto a lo que ya sabía. Hay otra actitud que es la de emoción: qué interesante, cómo logró hacer cosas nuevas de una manera diferente. Antes pensábamos en saber ofimática y excel como algo necesario para tener acceso a mejores empleos. Hoy en día Excel es una necesidad tan absoluta en todo en todo tipo de ofertas laborales que es prácticamente una habilidad blanda. Lo mismo está empezando a pasar con la inteligencia artificial, con el manejo de grandes cantidades de datos, con el procesamiento de información y con el entendimiento de cómo sacarle el máximo provecho a estas herramientas”. 

Explica que a las personas en el mundo de hoy les puede resultar difícil la adaptación, pero justamente por eso deben estar más dispuestas a usar bien el tiempo “para aprender constantemente” y abandonar la idea de que la capacitación solo ocurre durante el tiempo de la universidad. Según él, eso ya no sirve para toda la vida.

“Es muy importante graduarse, pero solo el 25% de los latinoamericanos van a tener la oportunidad de ir a la universidad y de esos solamente la mitad van a tener la oportunidad de graduarse. Así que si alguien es capaz de ir a la universidad y graduarse, debería hacerlo. Solo que no es suficiente y requiere una constante y alegre curiosidad”. En el futuro, la meta de Vega con Platzi es seguir creciendo.

Este año nosotros han venido creciendo y ya trabajan con las empresas más grandes de América Latina para ofrecer cursos y capacitación a sus empleados. Allí están Davivienda, Bancolombia, Celsia, Alianza Team, Coppel, Cemex y Walmart.

“Cuando llegamos a las compañías, no solamente llegamos a los empleados; también llegamos a las familias. Esta es una forma de educación que les permitirá competir en el mundo real contra los países más avanzados. La diferencia entre un país de primer mundo y el resto de los países tiende a estar fuertemente marcada no solamente por inversiones en infraestructura, sino por las inversiones en talento y en este momento el talento requerido para triunfar en tecnología no necesariamente está conectado con años y años y años de educación, sino con la voluntad de nunca parar de aprender”.