La caravana de migrantes hondureños va en retroceso
La enorme caravana de migrantes hondureños se disuelve en Guatemala tras una violenta represión policial en la frontera.
En medio de la mayor crisis sanitaria mundial, miles de hondureños se han visto en la necesidad de salir de sus países rumbo a un futuro mejor en Estados Unidos. Las autoridades estiman que alrededor de entre 8 o 9 mil personas, entre ellos unos 500 niños, llevan casi una semana intentando cruzar la frontera de Guatemala para acercarse al país del norte.
Huyendo de la violencia, la pobreza y los estragos causados por los huracanes Eta e Iota, la caravana avanzaba con esperanza hacia un cambio en las políticas migratorias de la administración Biden-Harris.
Pero ante el continuo avance de la caravana, el pasado lunes las autoridades de Guatemala actuaron con represión y violencia para dispersar y hacer retroceder la caravana de vuelta hacia Honduras. La violencia utilizada por el ejército puso el foco internacional sobre el país centroamericano y Jordán Rodas, el procurador de Derechos Humanos de Guatemala calificó de deplorable el brutal uso de la fuerza por parte del ejército de Guatemala en contra de la caravana de migrantes. “Fue realmente indignante ver que los hermanos y hermanas hondureños fueron recibidos a garrotazos, a palos y con gases lacrimógenos.(...) A ninguna persona se le puede mancillar su dignidad, porque la dignidad es la esencia de los derechos humanos. Y migrar es un derecho humano”, afirmó Rodas en una entrevista y además advirtió de una crisis humanitaria de naturaleza regional.
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Para el 20 de enero, casi 4 mil personas habrían ingresado de vuelta a Honduras, pero se estima que un grupo de migrantes hondureños habría llegado hasta la localidad guatemalteca de Tecún Umán, fronteriza con México. El impacto emocional, físico y mental para las personas adultas y niños que se han visto obligados a migrar en condiciones como las de la caravana es de temer pero sin embargo las caravanas migratorias solo han ido en aumento desde el 2018. Hasta ahora ni la violencia ni el miedo de ir a prisión han podido contener esta forma tan traumática de migrar.
Se espera que organizaciones de derechos humanos puedan tomar cartas en el asunto para reparar a los violentos durante el retroceso de la caravana y proteger totalmente los derechos de los migrantes. Nadie es ilegal.
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