Brujas y magas lanzan un hechizo contra el coronavirus
En una época en que el pánico es tan peligroso como el mismo virus, el antiguo arte se ha puesto al servicio de los confinados.
Dos días antes de que se declarase el estado de alarma en España por el avance de Covid-19, la bruja madrileña Sére Skuld empezó a notarse enferma. “Un amigo médico me atendió por teléfono y al contarle los síntomas me comentó que estaba contagiada. Fue un impacto brutal. Pasé una noche terrible, me levanté agotada, miré al cielo y pensé que debía hacer algo”, me cuenta.
Sére Skuld es una de las dos fundadoras de este pequeño coven virtual formado por siete brujas que surgió para hacer frente a la pandemia -o mejor dicho, al pánico que nos domina en tiempos tan duros y extraños- y se ha convertido en un espacio para la colaboración mágica.
Entonces habló con Tayri y entre las dos se propusieron realizar un hipersigilo -la unión de varios símbolos mágicos- que fuera muy potente. Lo crearían, lo activarían y lo lanzarían al ciberespacio en tan solo unos pocos días. Ese era el plan.
Sin embargo, a medida que le daban forma, fueron invitando a otras compañeras brujas y magas para sumarse al reto.
Tayri, que realiza estos símbolos propios de la magia del caos -el sendero de la mano izquierda, el lado DIY de la magia- y los comparte en su cuenta de Instagram, siempre quiso crear un hipersigilo conjunto, y lo andaba pensando cuando los astros se alinearon y este proyecto tomó forma.
“Un sigilo es una idea o voluntad concreta que quieres abstraer para poder pasarla por la puerta de atrás de la parte racional del cerebro y un hipersigilo es una idea bastante más complicada”, aclara Tayri. “Un hipersigilo representa un manojo entero de voluntades relacionadas sobre un mismo proceso de transformación en donde dividimos las posibles partes y creamos un sigilo con cada una de ellas, potenciando el desarrollo de manera global. Lo que nosotras hicimos fue unir estas partes para potenciar el poder del Covid-19 y usarlo a nuestro favor”.
Una canción, una performance, un cuadro, e incluso un cómic puede ser un sigilo o hipersigilo, depende de la cantidad de símbolos que se entrelazan. Luego, el creador puede reservarlo o activarlo de múltiples formas, como la meditación, y lo lanza y olvida para que obre su efecto.
"Con la magia del caos puedes crear tus propios detonantes psíquicos con lo que tienes a mano, ya sea en tu cocina o incluso material de oficina".
Esta idea que parece sencilla puede malearse y desarrollarse empleando el arte. Parafraseando al guionista y escritor Alan Moore en Ángeles fósiles -“¿Qué ha reivindicado nunca la hechicería que el arte no haya conseguido ya de forma innegable?”-, el arte, piensa Sére, es “origen, es principio y fin de la magia”. “El motor de nuestro sigilo debía ser la aceptación para poder utilizar la fuerza de nuestro supuesto oponente y convertirlo en nuestro aliado. Formulamos una serie de afirmaciones que tuvimos que ir destilando cuidadosamente para movilizar lo que queríamos, y nada más que eso. El resto fue bastante orgánico”, reconoce.
No se trataba de salvar al mundo del Covid-19, sino de cambiar la forma en que la sociedad está enfrentándose a la pandemia. Pero, ¿cómo?
Para la meiga gallega Sabrina Rodríguez, la magia del caos es a la magia tradicional lo que el punk fue al rock. “Mucha gente piensa que para ser mago tienes que vivir en el bosque o gastarte una fortuna en herramientas mágicas… Para ellos, o es una vida natural que, en mi opinión, no existe porque la naturaleza es hermosa pero brutal, o parece que la magia sea super capitalista. En cambio, con la magia del caos puedes crear tus propios detonantes psíquicos con lo que tienes a mano, ya sea en tu cocina o incluso material de oficina”, apunta. Y más cuando estás confinado.
Sabrina fue una de las primeras brujas en sumarse al proyecto con un sigilo muy particular: una “pieza de sonido” que realizó a través de la tecnomancia (la unión de tecnología y magia). En un post que acompaña a la pieza lo explicaba de la siguiente manera:
Sabrina también asegura que si se escucha la composición con cascos durante mucho tiempo puede conducir a estados alterados de conciencia.
Ivana Ray Singh, artista y maga del caos, se unió al proyecto porque estaba harta de la forma en que se informaba de la pandemia a través de los medios y deseaba que al menos el miedo desapareciera con un “abracadabra”.
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“El abracadabra es uno de los conjuros de sanación más antiguos que existen y se utiliza desde el imperio romano. Se dice que es la palabra del doble poder, capaz de unir la esfera del microcosmos con el macrocosmos. La visualicé imaginando que cada letra del abracadabra se desintegraba y me di cuenta de que tiene 11 letras, como coronavirus”, dice Ivana. Para la maga y músico lo más importante es el autogobierno de cada cual, el aprendizaje que obtenemos de las decisiones tomadas y la comprensión de que cualquier acción emprendida afecta a los demás. Así que creó su sigilo, lo activó, lo quemó y lo unió a los del resto.
"Este virus está siendo un agente del caos, pero de la destrucción nace un nuevo orden", Bruja de Ciudad.
Un poco en la línea de lo que hizo Beatriz, aka Bruja de Ciudad, quien creó un potente conjuro, una salmodia que hay que recitar en voz alta, como hizo Tayri en un vídeo explicando el proceso paso a paso. “Su función es involucrar a las personas interesadas en el proceso, no limitándose a verlo sino experimentarlo, empleando el poder de la palabra de cada una para seguir expandiendo el hipersigilo”, dice Beatriz.
“Entendí que había que fluir con eso, aceptar la situación. Este virus está siendo un agente del caos total, pero de la destrucción nace un nuevo orden”, sostiene la bruja madrileña, que afirma que el hipersigilo que se lanzó ya era potente, pero el efecto se expande al realizarse en localizaciones diferentes, “como las ondas en el agua de un océano enorme, el agua se mueve más y más rápido”.
Margit Glassel, maga alemana cuya magia también se produce en las redes, coincide con la bruja, pero previene de que “hemos de ser conscientes de que cualquier cosa que publicamos es un poco un sigilo, porque la gente lo lee, lo carga (de energía) y lo mete en su mente”.
Margit, que es también astróloga, realizó la carta astral del día en que se declaró el estado de alarma por la pandemia para incluirla en el hipersigilo: “Lo primero que vi es que, a nivel energético, los países proyectan el virus como un enemigo. Lo visualicé con corona, como un príncipe del infierno, con el Sol, el arcano 19 de Tarot, e hice una invocación para que esa energía transmutada traiga un cambio positivo, el resurgir de una nueva estructura social”.
Su propuesta es evolutiva. En lugar de “seguir desatando el caos con sus legiones de demonios”, Margit busca todo lo contrario. Y eso que la maga, además de trabajar con el caos, lo hace también con el camino siniestro. Es decir, las antiguas energías que el cristianismo demonizó.
“Hay que mantener una mente curiosa ante todo lo que pasa, lo bello y lo horrible", Margit Glassel.
Seis potentes conjuros, seis hipersigilos hilvanados a los que más tarde se unieron unas cartas de Tarot creadas ex profeso por la artista y maga Diana Calabaza Cósmica y que fueron activados en su conjunto por Tayri y lanzados a Instagram en forma de stories para el bien común. Y, sobre todo, como una enseñanza que se nos es revelada...
“En tiempos en que parece que no tenemos control de nada y que sólo somos víctimas de lo que está pasando, la magia del caos sirve para incidir en cómo vivimos una situación y qué hacemos con ella”, dice Sére. Y Margit asiente: “Hay que mantener una mente curiosa ante todo lo que pasa, lo bello y lo horrible. Ninguna verdad es absoluta y todo es posible, y cuando llegas a esa comprensión no sólo eres más creativo sino más compasivo con los otros”.
Hoy día los efectos del hipersigilo de estas magas y brujas del caos siguen su curso. Su proceso de creación no es ningún secreto, lo han compartido en sus redes para que todo el que quiera pueda emularlo. Compartirlo. Integrarlo. Y seguramente, en el futuro escuchemos más hablar de ellas.
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