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Hugo Cesar
Hugo Cesar signing posters after one of his performances. Photo: Dream Art Studio Archive

Cantandole al Sueño Americano

Fue su amor por la música lo que impulsó a Hugo Cesar a cruzar la frontera a los 14 años. Esta es su historia. 

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Mi nombre es Hugo Cesar Lopez Cortez. Soy nacido y criado en Luvianos, Estado de Mexico.

Recuerdo que desde muy chico le ayudaba a mi padre que era ganadero a vender leche, quesos y todo lo que me llevara a conseguir dinero. La segunda vez que entré al kinder, y digo segunda por que me expulsaron, mi madre me llevaba, pero yo me salía a trabajar. No me gustaba la escuela. Lo mío era ser comerciante.

Les ayudaba a mis papas siempre en todo. Después de hacer lo que hacía en la casa, iba a hacer un dinero extra porque ellos no me daban. Me daban de comer y eso era mi pago, y para la escuela. Pero a mi me gustaba tener dinero, me gustaba ser independiente desde “chamaco”.

Me acuerdo que compraba ropa usada y la re-vendia. Y así después mi papá compraba carros, yo le quitaba los estereos y las bocinas, y yo los vendía. 

Aprendí a manejar a los 10 años para poder ayudarle a mi papá con el ganado. Durante dos años estuve ayudándole en el pueblo, y cuando cumplí los 12, me dejó salir por fin a la ciudad con la camioneta. Una vez que nos paro un policia yo iba manejando, llevaba tres almohadas– siempre me ponía 3 almohadas, y mi papá iba dormido. Y mi papá soborno al policía para no meterse en problemas.

Y así fue mi vida. Mi infancia. Creci ahi en Luvianos, me gustaba mucho el fútbol y las muchachas. Siempre tenía novias.

También descubrí que me gustaba mucho la música. Mis padres, tíos y mi abuelo cantaban cuando hacían reuniones familiares. Yo prefería sentarme a un lado a escucharlos que jugar con mi primos. Fue entonces cuando le dije a mi padre que quería cantar. El me respondió, “No, pues como vas a cantar,?  ‘tas loco, tú”. 

Pero lo hice que tocara la canción “La de la mochila azul”. Cuando la canté, mi padre lloró. Pues ninguno de sus hijos había tenido interés por la música. 

Desde entonces me llevaba a todo lugar donde yo pudiera cantar aunque ya no quería hacerlo.  Hubo un concurso en el dia del musico. Cante ahí, me acompañaron un grupo que eran mis vecinos. Cante y cuando vi la reacción de la gente cuando acabe de cantar, me di cuenta que de aqui soy. Nunca en mi vida voy a buscar otra cosa,  quiero ser artista, voy a cantar, y de esto quiero vivir. 

Y me emocione demasiado. entonces empecé a buscar oportunidades ahí. Me meti a cantar a un grupo de vocalista, los Chicos Necios se llamaba.  Me entró la inquietud de poder lograr algo en la música. Fue entonces que me di cuenta que en mi pueblo no había mucho futuro, no había nada que hacer.

A los 14 años, como ya había vendido varias bocinas de mi papá, ya tenía un “dinerito” guardado. Se me hizo fácil decir que me iría a los Estados Unidos. Les dije a mis papás que me iría, y mi madre solo dijo que no me iba a dar dinero. Le dije que yo no ocupaba dinero, que yo me iba solo. Me dijo que me fuera, aunque no me creyó. 

Se llegó el día. Busqué a mi amigo Fredy y él me dijo que nos fuéramos juntos. Mi padre me llevó donde tomaríamos el coche para salir. Cuando me subí al coche y vio que de verdad me iba, me siguió hasta la salida del pueblo. De pronto se detuvo y vi que comenzó a llorar, mientras yo me alejaba. 

Entonces me vine a Estados Unidos. Nunca imaginé el cambio tan drástico– salir del pueblo a una ciudad tan grande. 

Me vine entusiasmado por el sueño americano; pensé, “Voy a hacer dinero, y todo está bien”. Llegamos a la frontera, el coyote estaba muy drogado. Nos pasó por la frontera, yo me fui delante de él, sin decirme nada.  Dicen que el río es muy peligroso. Y es cierto. Tenía como oyos, pero todo estuvo bien, salimos a la orilla. Saliendo tuvimos que correr como por 10 minutos. Corrimos y corrimos así a una casa que estaba ahí hasta arriba. Todos asoleados

De volada llegó el coche. Se subieron mi amigo y su esposa, pero no había espacio ahí y a mi me subieron a la cajuela. Cerraron la cajuela. Estaba muy caliente y solamente había un pequeño hoyo para poder respirar. Sentía que me iba a desmayar. No podía respirar y empecé a patear el asiento de atrás. Sentía mucha impotencia. Patie y patie hasta que se abrió el compartimento de los vasos. Empecé a respirar y me tranquilice un poco. Fue complicado y me dio mucho miedo. 

Al otro dia fuimos con un amigo que era mecánico que quería que me quedara a trabajar con el. Ya estábamos de este lado en Laredo. Y dije “No yo mejor me voy a calarle, tengo familia en Austin”. Nos llevaron a un Home Depot. De ahí en un trailer nos trajeron hasta San antonio, y de ahí a Austin.

Llegue con muchas ilusiones y se fue apagando la emoción porque empeze a ver como es la vida aca. Porque vi que se tenía que pagar renta. Vi que aqui si no trabajas no comes. Y yo, un niño de 14 años, me empezó a caer el veinte, que la aventura esta dificil. Hubo varias cosas. Empecé a buscar trabajo en la música y no se me daba. Buscaba trabajo en restaurantes, y me decían “no, estas muy chiquito, eres un niño. Como te voy a dar trabajo? Mejor vete a la escuela”.

Debía $3500 del coyote, mas un carro que era el único que tenía para trabajar, y para andar por ahí y no tenía dinero ni para la gasolina.

Recuerdo que un dia un amigo mio por parte del granito, me empezó a dar trabajo. Y fue ahí que empecé a acomodarme. Yo vivía con mi tia. Había unas personas que iban ahí a la casa y me trataban mal. Se siento feo cuando tienes esa edad y no estas con tu familia. No estas con tus papás.

Un año después, pagué mi deuda y me salí de la casa de mi tia. Eché mi ropa al carro y me fui aunque no tenía dinero para conseguir un lugar. Solamente ganaba $250 dólares a la semana y no era suficiente todavía. 

Dormía en el estacionamiento de Walmart. Así viví durante 20 a 25 días. Y nadie sabía nada. Yo lloraba, y lloraba. Se me acabaron las lagrimas, yo creo. 

No es fácil, y de ahí empecé a perderme un poco en el alcohol. Yo si tome, tenía novias. Siempre tenía novias, todo el tiempo e tenido novia. Creo que es parte de un trauma, quiero imaginarme, por no sentirme solo. Siempre he tratado de estar con alguien porque a veces me siento solo y a veces no he tomado buenas decisiones. 

Llegó una bendición muy grande a mi vida, yo tenía 19 cuando mi hijo nacio. Dicen que cuando nacen los niños, traen la torta bajo el brazo. Este traía el paquete de tortas, porque me dio mucho mas animo de seguir adelante, me dio el porqué de que levantarme a darle, a comerme el mundo, a echarle ganas. Y hasta hoy sigue siendo mi mayor motivación. Ya no hago las cosas tan arrebatadas, a lo tonto,  así como antes.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Celebrando mi cumpleaños con mi campeón !! ... . . . #fatherandson #mybestfriend

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De ahí en adelante empecé a trabajar en los restaurantes y empecé a cantar. Porque yo quería seguir en la música; queria seguir cantando. Cuando llegue a los estado unidos me desenfoque pues tenía una deuda muy grande y tenía que trabajar. Me olvide un poquito de la musica pero yo sentia la necesidad de seguir. Despues empece a cantar en los restaurantes. Compre un iPod y una bosicinta. Pues no sabía tocar la guitarra.

Y me fue bien y a la gente le gustaba.

Despues encontre unos amigos y me meti a un grupo a cantar. Y así se fue  que entre en concurso en Austin que se llamaba el Ídolo del Pueblo. No se si sea coincidencia. He estado en 4 concursos y en los cuatro he quedado en primer lugar. Y yo no me considero buen cantante pero sí me gusta mucho hacerlo. 

Después de 10 años regrese a mi pueblo. Fue una experiencia muy bonita, volver a ver a mi familia y a todos mis vecinos. Regrese a mi pueblo y di un concierto para la feria anual. Yo creo que ha sido una de las experiencias que más han marcado mi vida; regresar a mi pueblo. Me siento bendecido y muy agradecido.