OnlyFans (OF) es una plataforma de medios sociales por suscripción que permite a los usuarios vender y/o comprar contenido original que suele ser pornográfico. Bella Thorne, una ex actriz de Disney, se unió a la popular plataforma hace una semana. 

Sin embargo, sus acciones hacen que parezca que la mayoría de las celebridades no se toman los trabajos de otras personas tan en serio como deberían. 

Desde la pandemia, muchos trabajadores del sexo se han visto escasos de trabajo debido a las pautas de distanciamiento social vigentes. Sin embargo, OnlyFans funcionaba muy bien para las trabajadoras sexuales que hacían contenido para adultos debido a su plataforma virtual. Esto es especialmente cierto para aquellos que quieren hacer contenido para adultos porque la plataforma de OnlyFans todavía se encuentra fuera de una industria que es conocida por su explotación.

Pero Thorne, conocido por su comportamiento controvertido, decidió unirse a OF a pesar de su valor neto de aproximadamente 12 millones de dólares. Ella interrumpió el mercado al unirse a la página web, y se jactó de haber ganado un millón de dólares en su primer día. 

Thorne justificó su ingreso alegando que era una investigación para un nuevo papel en una película del cineasta independiente, Sean Baker. También afirmó que iba a canalizar las ganancias hacia la compañía productora y hacia la caridad. 

Pero lo peor del gesto de Thorne es que engañó a sus seguidores. 

Cobraba 200 dólares por imágenes de desnudos para unos 50.000 suscriptores. Ni siquiera eran desnudos, sólo fotos de ella en lencería que estoy seguro que también se han visto en Google Images. Sin dudarlo, y con razón, los clientes se quejaron y obtuvieron un reembolso. 

Después de los reembolsos en masa, los costos de procesamiento y el tiempo perdido, la aplicación hizo cambios en sus políticas. El sitio ahora limitaba a los creadores un cargo de 50 dólares por contenido exclusivo y no más de 100 dólares en propinas. 

Anteriormente, las cantidades de pago no estaban reguladas. Además, ahora se les pagará mensualmente en lugar de semanalmente. 

La peor parte es que, después de que Thorne afirmara que era por un papel, Baker emitió un comunicado dejando claro que le pidió que consultara con las trabajadoras del sexo, para no sólo hacer un perfil en un sitio web.

Finalmente, Thorne emitió una disculpa alegando que el truco era promover la eliminación del estigma del trabajo sexual.

¿Cuál fue su verdadera intención? ¿Luchaba contra el tabú y la precariedad de las trabajadoras sexuales o se marcaba un tanto promocional? El debate y la indignación continúan.