Rafael López Aliaga es un empresario turístico, miembro del Opus Dei, defensor público del celibato y candidato a la presidencia del Perú. Es líder representante del partido ultraconservador y ultraderechista ‘Renovación Popular’, antes ‘Solidaridad Nacional’, partido ligado al fujimorismo. El candidato ha duplicado su intención de voto y se sitúa en segunda posición de la carrera según la encuesta de Datum. 

De los candidatos de derecha, es quien más ha escalado en la campaña dentro de las clases medias/altas, pero no genera demasiado entusiasmo en las clases más populares, quienes lo relacionan con figuras como Donald Trump o Jair Bolsonaro.

Su discurso de extrema derecha, agresivo, polémico y en ocasiones violento parece haberlo colocado entre los favoritos para pasar a la segunda vuelta de las elecciones. Las encuestas le dan el 7 % de intención de voto, y aunque parece poco, frente al 12 % del candidato favorito le permite posicionarse en segundo lugar hasta el momento. 

El “tío Porky”, como se le conoce en el país, tiene el monopolio de la empresa de trenes que llevan a las ruinas de Machu Picchu, su empresa lleve acumulados años de millonarias pérdidas y tiene una deuda de más de 30 millones de soles (unos 8,3 millones de dólares) con la Hacienda peruana.

Como si fuera un "outsider" del sistema, a pesar de haber sido regidor de Lima y parte de un partido político por más de 20 años, el personaje de López Aliaga  viene generando comentarios polémicos en los que critica la "doctrina de género", como se refiere a algunas propuestas sobre identidad de género, y afirma que será "exterminada" si llega al poder.
En su partido se sostienen ideas machistas, como que las mujeres que toman anticonceptivos incentivan la violencia y las "violaciones", o que los dibujos de Disney enseñan a los niños "la homosexualidad".

La ciudadanía más ‘progresista’ considera que  el conservadurismo de López Aliaga es peligroso en una sociedad como la peruana, donde la iglesia y los provida tienen influencia cercana al estado y vienen limitando derechos. Las declaraciones del cándidato respecto al derecho al aborto alarman quienes vienen luchando por los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres. 

López Aliaga afirmaba en una entrevista que en su gobierno, pondría a las niñas víctimas de violación que queden embarazadas en un hotel de cinco estrellas con piscina y alimentación, durante nueve meses, para que al final decidan si se quedan con el bebé o lo dan en adopción. Exponiendo así su falta de empatía con una víctima de violación sexual sea menor o mayor de edad.