Tras la alerta de la Policía Nacional de Colombia acerca de mensajes que incitaban a la violencia, la plataforma Twitter bloqueó las cuentas de Iván Márquez, líder del grupo las FARC, y de Jesús Santrich (ambos  prófugos de la justicia) por violar  sus políticas sobre "terrorismo y extremismo violento".  El detonante para la denuncia sería el reciente video de Márquez, quien expresaba su apoyo a la revocación del actual presidente Iván Duque, quien supuestamente estaría “dañando el acuerdo de paz” logrado en el 2016 para poner fin al conflicto armado en Colombia. 

Twitter suspendió provisionalmente las cuentas @IvanMarquezFarc, @JSantrich_FARC y @SMarquetalia, perfil de la “nueva rebelión”, el grupo de exguerrilleros que en el 2019 se hicieron a un lado del acuerdo de paz, la Segunda Marquetalia.
Según datos de las Fuerzas Armadas este grupo  cuenta con más de 2.500 combatientes aproximadamente y se dedican al narcotráfico y a la minería ilegal. Por su parte, Márquez y Santrich, al igual que otros cabezas de estos grupos, se encuentran escondidos en Venezuela según el Gobierno de Colombia.

Recordemos que el Tribunal de Paz encargado de juzgar los crímenes más graves del conflicto armado negó a Márquez y Santrich  los beneficios penales consagrados en el pacto, por lo que en caso de ser capturados quedarían a disposición de la Justicia ordinaria.

Redes sociales como Twitter y Facebook, y sus políticas de seguridad están dándonos un gran ejemplo sobre el eterno debate en torno a la “libertad de expresión” y nos están mostrando que, cuando las “opiniones” amenazan, atacan o violentan a otros, no deben ser aceptadas o toleradas.