Por Charly Triballeau con Daniel Stublen en Washington

Desfiles, fútbol y fiestas estaban en el menú del jueves mientras los estadounidenses celebraban el feriado anual de Acción de Gracias, con cielos tormentosos y las elecciones encarnizadamente reñidas flotando sobre las festividades de muchas familias.

A pesar de una lluvia torrencial en Nueva York, las multitudes aún se presentaron para observar cómo carrozas adornadas y megaglobos se dirigían a Macy's, los icónicos grandes almacenes y patrocinadores del desfile anual.

Se llevaron a cabo eventos similares en ciudades de todo Estados Unidos para conmemorar la festividad, que se ha celebrado durante siglos. A partir de 1941 se estableció que se realizaría el cuarto jueves de noviembre.

Considerada como un momento para que las familias se reúnan, generalmente en torno a una gran comida protagonizada por un pavo asado, es la temporada de viajes más ocupada del año.

Se esperaba que un récord de casi 80 millones de personas salieran a las carreteras, volaran o utilizaran algún otro método para viajar más de 50 millas (80 kilómetros) durante las vacaciones, según estimaciones del grupo automovilístico nacional AAA.

Pero muchos tuvieron que lidiar con un importante sistema de tormentas que arrasó el país esta semana, y que continuaba el jueves arrojando lluvias y nieve en el noreste, incluso en Nueva York y Boston.

La festividad también incluye múltiples partidos de fútbol americano de la NFL, que muchos estadounidenses ven mientras duermen después de la fiesta.

'Lunáticos de la izquierda radical'

Las familias divididas por sus opiniones políticas también se preparaban para posibles conflictos, y las reuniones navideñas fueron las primeras desde las elecciones del 5 de noviembre que ganó Donald Trump.

Con el regreso a la Casa Blanca del altamente divisivo republicano, muchas familias esperan evitar por completo la discusión sobre política.

Algunos están renunciando por completo a las reuniones familiares, como Deb Miedema en Minnesota.

"No me imagino preparando una comida para 40 personas y la mitad de ellas están de acuerdo con esta situación", dijo esta semana a la AFP este hombre de 50 años.

"Trump no deja de decir mentiras, es un criminal y todo eso les parece bien".

Joe Biden pasaba su último Día de Acción de Gracias como presidente con su familia en la isla de Nantucket, Massachusetts, donde visitó un departamento de bomberos local y habló brevemente con los periodistas.

Cuando se le preguntó por qué estaba agradecido, el hombre de 82 años respondió: "Mi familia, la transición pacífica de la presidencia, y estoy agradecido por la gracia de Dios de que pudimos lograr más avances en Medio Oriente".

En Washington, la vicepresidenta Kamala Harris visitó una organización local de alimentos sin fines de lucro para ayudar a preparar comidas gratuitas, donde los periodistas le preguntaron qué le esperaba después de su derrota ante Trump.

"Cena de Acción de Gracias", bromeó.

Al igual que Biden, tenía previsto hacer llamadas con miembros del servicio militar durante el feriado.

Trump, por su parte, publicó en las redes sociales: "Feliz Día de Acción de Gracias a todos, incluidos los locos de la izquierda radical que han trabajado tan duro para destruir nuestro país, pero que han fracasado estrepitosamente".

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