Con 86 años y a un día de cumplir 29 años en prisión (de una condena de cadena perpetua) el líder del grupo terrorista “Sendero Luminoso”, Abimael Guzmán, falleció en su celda de "neumonía bilateral". Considerado el mayor genocida del Perú por el conflicto armado que sufrió el pueblo peruano entre los 80’s y el 2000, la muerte de Guzman sucede en un contexto
complicado para el país del sur global.

A pesar de que una inmensa mayoría del país reconoce los actos terroristas de Guzmán y los repudia, no se descarta algún tipo de manifestación a favor del fallecido. El ministro de Justicia ha considerado que lo mejor sería cremar sus restos, "la vía más apropiada sería la incineración, para no tener un lugar para que determinados peruanos puedan rendir homenaje a este personaje", dijo Anibal Torres a TV Perú. Así mismo, recordó que cualquier expresión a favor de Guzmán sería considerada apología del terrorismo, castigado con penas de cárcel de cuatro años o más.

Guzmán fue profesor de filosofía en la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga en la ciudad de Ayacucho, zona de los andes centrales en Perú. Marxista por convicción, durante un viaje a China, Guzmán se sintió inspirado por el líder comunista Mao Zedong y al regresar a Perú, animó a otros académicos a unirse a él en la universidad de Ayacucho. 

Como “Sendero Luminoso”, Guzmán se convierte en líder del grupo guerrillero en la década de 1980 y libra una sangrienta insurgencia contra el gobierno peruano. Durante el conflicto interno, casi 70.000 personas mueren o desaparecen en más de una década a manos del grupo terrorista y del Estado. Es detenido en 1992 y cumplía cadena perpetua por terrorismo y traición a la patria.

Desde julio de este año presentó problemas de salud y fue trasladado a un hospital. A pesar de la detención de Guzmán, algunos de los miembros de “Sendero Luminoso” continúan activos en el VRAEM, la región productora de coca más grande del país.