Cuando Estados Unidos ya alcanza los 5 millones de infectados por COVID en menos de un mes y la economía sigue recibiendo mazazos de la amenaza vírica, hay quien corre a cobijarse en casa sin querer pensar más en el futuro y quien, como Óscar y Kimberley Medina, lo enfrenta de cara, y además reparte alegría. 

Hace más de un mes, la vida parecía conspirar para meter a esta pareja de Compton, Los Ángeles, en más apreturas. Óscar, de 34 años, acaba de perder su trabajo como camionero justo cuando él y Kimberley, de 25, esperaban a su hijo -ella había dejado de trabajar cuando quedó embarazada.

“El hambre es canija”, dijeron ambos latinos. Así que se pusieron manos a la obra para crear su propio negocio en base a lo que les apasionaba: ¡Un bar sobre ruedas para llevar micheladas a domicilio! A fin de cuentas, pensaron, a todo el mundo le gustan los mariscos y las micheladas los fines de semana. 

Enseguida se repartieron las tareas. Óscar haría la combinación de clamato y le pondría su propio sazón “secreto” a las micheladas, mientras que su esposa, que es la reina del ceviche, haría el clásico platillo ‘homemade’. 

“No sabíamos si el plan iba a funcionar. Estábamos nerviosos, pero animados de lanzarnos con la creación, necesitábamos salir adelante por el niño que viene en camino más que todo”, dice Óscar.

Como todo lo hacían por el pequeño que venía en camino, llamaron a su negocio sobre ruedas ‘Micheladas Gael’ -igual iba a llamarse su hijo-, y se instalaron en su Jeep Wrangler convirtiéndolo en un bar sobre ruedas. 

“En tres semanas hemos tenido mucho éxito”, dice Kimberly a LA Times. “Y es que nuestra receta es simple, pero tiene el amor del hogar”.

Ahora el negocio funciona a las mil maravillas, trabajando los tres días del fin de semana y con un promedio de 30 o 40 clientes.

“La gente nos llama para pedir su orden y nosotros llegamos a su lugar para hacer las micheladas”, añade la latina, inventora de estas ‘cevicheladas’ exprés. 

Así que ya saben, si viven en Compton, Sun Valley, Redondo Beach y Palos Verdes, y ven circular un Jeep con grandes letras de “Micheladas Gael”, sepan que además de ser deliciosas estas micheladas están hechas de coraje y, por supuesto, cerveza.