Historia del Día del Padre
Inicialmente la celebración consistía en una misa especial, luego la familia se dedicaba a descansar y a pasar un día tranquilo con su progenitor.
La celebración del Día del Padre nació en Estados Unidos, precisamente para honorar a un padre ejemplar. En 1909 la joven Sonora Smart Dood quiso homenajear a su padre que encontrándose viudo, tuvo que sacar adelante a sus seis hijos sin ninguna ayuda. Sonora se dio cuenta de que, a pesar de que ya existía un día para homenajear a las madres, no había ningún día dedicado a los padres. En su empeño por recordar a su padre, la joven propuso fijar tal celebración el día 5 de junio, coincidiendo con el cumpleaños de su progenitor. La fecha propuesta por Sonora no prosperó pero sí que caló la idea de reservar un día para esta celebración, sobre todo entre los varones que no veían con buenos ojos que solo las mujeres pudieran disfrutar de un día dedicado a ellas.
Tendrían que pasar unos cuantos años más hasta que, llegado 1966, el presidente Johnson asumiera el deseo común de crear un día especial para los padres y afirmara su proclamación. El día elegido para ello sería finalmente el tercer domingo de junio.
Inicialmente la celebración consistía en una misa especial, luego la familia se dedicaba a descansar y a pasar un día tranquilo con su progenitor. Hoy los tiempos han cambiado y son muchas las tradiciones que se han ido sumando a este día, sobre todo fuera de Estados Unidos.
Aunque la influencia de Estados Unidos en otros países ha hecho que la celebración se propague por el mundo, no todos los países celebran el Día del Padre en el mismo momento. En realidad las celebraciones se extienden por todo el calendario, desde enero hasta diciembre, siendo Rusia el primer país en celebrarlo, el 23 de febrero y Bulgaria el último, el 26 de diciembre.
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El Día del Padre es quizá también uno de los días favoritos de los niños. Con independencia de su procedencia, pequeños de todo el mundo disfrutan preparando un obsequio a sus papás. Es habitual que durante días preparen manualidades en la escuela, para entregarlos a su padre en el día de fiesta. Pero además de esta tradición, que parece seguirse en la mayoría del mundo, también hay muchas otras que te sorprenderán por su originalidad.
En Alemania se trata de un día grande y es que el día dedicado al padre aúna dos celebraciones en una. Por un lado se celebra el Día de la Ascensión de Jesús, festividad que tiene el grado de fiesta nacional. Por otro se celebra el Día del Padre con una tradición un tanto peculiar. En lugar de disfrutar de un día en familia, los progenitores de todo el país dedican la jornada festiva a sus amigos. Los varones alemanes se reúnen en grupos, preparan un carro con cervezas, vino y comida y se dirigen al campo, donde pasarán el día entre amigos.
En España la celebración del Día del Padre se realiza el 19 de marzo y coincide con la llamada “Cremá” de las Fallas en honor a San José. Se trata del día grande de las Fallas, una fiesta tradicional celebrada en Valencia en la que se queman esculturas de papel construidas durante todo el año. Se cree que el origen de esta fiesta está en las hogueras que el gremio de carpinteros quemaba antes del día de su patrón. En ellas se aprovechaba para quemar todos los trastos viejos y maderas sobrantes con la idea de limpiar los talleres antes de la llegada de la primavera.
Y es que si en algún momento se había planteado la naturaleza comercial de este día, le gustará saber cómo nació esta celebración en países como Francia. Allí un conocido fabricante de mecheros se fijó en la propuesta de Estados Unidos y decidió importar la celebración a su país de origen. Comenzó entonces a promocionar el día en Francia, incitando a que los niños regalaran un mechero de su marca a su padre, con la finalidad de celebrar tal día. Finalmente la idea del fabricante tuvo éxito y la celebración fue instaurada por decreto en 1952, fijando el tercer domingo de junio como Día del Padre.
Mucho se ha hablado de la necesidad de desvincular la actividad comercial de celebraciones como la del día del padre o de la madre. Y es que junto con el Día de San Valentín, se trata de las jornadas con más actividad comercial del año. Sin embargo hay que puntualizar que el gasto se acentúa mucho más el Día de la Madre. Parece que los progenitores se conforman más con las manualidades de sus pequeños o puede que sean las madres las que más conciencia tienen de este tipo de gastos.
Sea como fuere, todas las celebraciones tienen un enfoque común. Se trata de honrar a aquel que nos ha cuidado desde pequeños, organizándole un día cargado de emociones. Puede que en su país esto signifique dejar que disfrute de un día relajado con sus amigos o incluso quemar los viejos trastos en una hoguera. Puede que incluso tenga su propia tradición familiar. Sea como sea, lo que está claro es que todas las culturas se rinden ante el homenaje al padre y disfrutan agasajandole en su día. ¡Felicidades! n
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