Con efecto inmediato, Norman Pearlstine, el editor ejecutivo de Los Angeles Times, renunció a su cargo el lunes 16 de diciembre. 

Ahora hará la transición a un rol de Asesor Senior, reportando al dueño del LA Times, Patrick Soon-Shiong. Mientras buscan su reemplazo, Scott Kraft y Kimi Yoshino, dos de los editores, supervisarán las operaciones diarias de la sala de redacción. 

Casi no es una sorpresa, dado el año que él y el periódico han tenido. 

En julio, hubo múltiples acusaciones sobre él acosando verbalmente a un reportero verterano además de desestimar algunas preocupaciones sobre "lapsos éticos". 

Otros temas que se destacaron fueron la falta de atención en las reuniones, y la guinda del pastel fue la cobertura nacional de la falta de diversidad del periódico. 

El LA Times ha tenido un año de revuelta, con acusaciones que se extienden al acoso sexual y al abuso verbal del editor de la revista Food. Uno de los columnistas deportivos más conocidos del periódico también fue acusado de plagio e impropiedad ética.

En el memorándum enviado a su personal anunciando su renuncia, Pearlstine escribió: 

"Los cambios de rumbo inevitablemente enfrentan desafíos imprevistos, y el Times ha tenido su parte mientras trabajábamos para separarnos del Tribune. Lo que hizo que todo valiera la pena fue el memorable periodismo que todos ustedes siguen produciendo en condiciones de trabajo extraordinarias". 

Para concluir y reflexionar, creía que su trabajo en el Times estaba "hecho". 

Pearlstine anunció originalmente en octubre que tenía intenciones de retirarse, pero no especificó cuándo llegaría ese momento. Anteriormente, fue editor en el Time Inc., el Wall Street Journal, y la revista Forbes, y fue editor ejecutivo senior en Bloomberg News. 

Aunque su dimisión es un pequeño paso hacia una nueva era en el LA Times, no significa que la compañía pase página de la noche a la mañana. Todavía hay trabajo por hacer, y con el reemplazo de Pearlstine, los líderes tienen la oportunidad de reflejar mejor la ciudad predominantemente latina en su principal sala de redacción. 

Un nuevo editor podría diversificar y comenzar a cambiar la narrativa de un pasado oscuro que continuó en el LA Times en 2020.