“The long night”, el tercer episodio de esta última temporada de la serie épica de ciencia ficción “Juego de Tronos” (HBO), rompió records de audiencia con más de 17.8 millones de espectadores de la transmisión en vivo, replays y streaming, según reportó The Hollywood Reporter.

En Internet se pueden ver decenas de videos de fans reaccionando a la escena final del capítulo [SPOILER]: la derrota del Night King y su ejército de muertos vivientes. La celebración de los televidentes en bares o en sus casas solo se puede comparar a la final de un Mundial de Fútbol, con una Copa que seguro se llevaría a casa el director del episodio: un británico de origen argentino.

Su nombre es Miguel Vicente Rosenberg-Sapochnik, o simplemente Miguel Sapochnik, y es uno de los directores de televisión más importantes del momento. Nació en 1974, en Hammersmith, Londres, Inglaterra, cinco años después de que sus padres, un diseñador gráfico y una psicóloga, emigraran a ese país huyendo de los conflictos sociales y la represión de la dictadura militar de Juan Carlos Onganía en Argentina.

Por cosas del destino (o de la estupidez humana), ambos países, el de sus padres y el suyo, entraron en guerra ocho años después de su nacimiento.

En una entrevista con la revista Variety, Miguel contó que para a esa edad, durante el conflicto bélico, sufrió bullying por parte de sus compañeros de clases que le reprochaban su origen argentino. De nada valió que sus padres le explicaran, desde su punto de vista, que la Guerra de las Malvinas fue una excusa de ambos países para distraer a sus pueblos de los problemas internos de cada uno.

"Fue doloroso sentir que sabía lo que realmente estaba sucediendo, pero nadie me creía", dijo el cineasta sobre ese momento de su vida.

Por suerte, la guerra terminó pronto.

Su vocación cinematográfica llegó en la adolescencia, a los 11 años de edad, luego de ver el filme de ciencia ficción “Dune” (1984), de David Lynch, en el cine londinese The Empire, Leicester Square.

Por mucho tiempo Miguel tuvo como meta que a los 24 años proyectaría su primera película en ese cine. Pero eso no ocurrió.

De hecho, durante años Miguel vio cómo los proyectos con los que se involucraban se venían abajo. Una decena de ellos. En Estados Unidos y en Reino Unido. Uno tras otro.

Hasta que en 2010 tuvo un respiro.

Trabajando en ella desde 2003, “Repo Men” fue su primera y, hasta ahora, única película. La historia de ciencia ficción, basada en el libro “The Repossession Mambo” del escritor de origen latino Eric Garcia, estuvo protagonizada por Jude Law.

Aquí Miguel le hizo un guiño a sus raíces, haciendo que el personaje principal de la historia huyera a Punta del Este (Uruguay) y se abriera una cuenta bancaria en la capital porteña de Buenos Aires. Lamentablemente, el filme no convenció ni la crítica ni al público.

Tenía pensado hacer lo mismo con otro filme de ciencia ficción, "Rainey the Assassin", que sería un drama independiente bilingüe sobre un psiquiatra argentino que se obsesiona con vengar el asesinato de un familiar por parte de un soldado británico en Malvinas. Pero este proyecto nunca se llevó a cabo.

El camino seguía siendo la ciencia ficción, pero su éxito estaría en la televisión.

Desde 2011, ha dirigido episodios de las series “Dr. House”, “Fringe”, “Awake”, “True Detective”, “Altered Carbon”, “Iron Fist” y, por supuesto, “Juego de Tronos”.

Fue esta última serie le permitió mostrarle al mundo todo su talento. Ha dirigido para este show seis episodios, tres de ellos los mejor evaluados por los fans en IMDB, incluyendo a “La batalla de los bastardos”, con el que ganó el Emmy a la Mejor dirección en una serie dramática en 2016.

¡Su segunda película!

Se llama BIOS y se encuentra actualmente filmándola (se estrenará en 2020). La historia que protagoniza Tom Hanks está ambientada en una tierra post-apocalíptica en donde un robot, construido para proteger a la mascota de su creador, aprende sobre la vida, el amor, la amistad y lo que significa ser humano.

Porque claro que se puede hacer crítica social en una película de ciencia ficción.

"La ciencia ficción funciona para mí como una forma de transmitir un concepto social expresado como entretenimiento. Las películas sobre realidades sociales se pierden en el camino porque, simplemente, no son tan entretenidas", dijo Miguel a Variety.

Que así sea, Miguel.